La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 30 de junio de 2019

29 de junio


29 de junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para guiaros hasta el Corazón de mi Hijo Jesús, que arde de amor por vosotros. Rezad para ser de Dios, entregando sin reservas vuestros corazones y vuestras vidas a Él.
Hijos, no os alejéis del camino santo de mi Hijo Divino. Permaneced firmes y no perdáis la fe. Todo lo que yo revelé en el pasado se está cumpliendo en estos días actuales, en vuestro tiempo, hijos míos.
Leed y meditad la Palabra de Dios, todo está contenido en ella: la lucha entre el bien y el mal, las grandes pruebas que tendréis que soportar por amor a Dios, las grandes transformaciones que pasará toda la humanidad.
Acordaos, hijos míos: el Señor no realiza nada sin antes habérselo revelado a sus profetas. Dios ya os avisó, hace muchos años atrás, que debéis vivir una vida santa y más pura, que debéis convertir vuestras vidas a su amor, abriendo vuestros corazones a sus llamados divinos.
Los llamados de Dios son santos y muchos los desprecian. Un día, aquellos que son escarnecedores y los incrédulos de hoy, serán los afligidos  y los que llorarán amargamente el día de mañana.
Cuidad de vuestra salvación, hijos míos, cuidad de la salvación de vuestras almas, pues esto es lo más precioso para el Señor, pues muchos se están dirigiendo por el camino de perdición que lleva al infierno.
No os dejéis vencer por Satanás, no os dejéis engañar por sus artimañas, pues él sabe como apartaros del camino de Dios.
Rezad el Rosario con dedicación y con fe, y Satanás no tendrá poder sobre vosotros y sobre vuestras familias. Yo estoy aquí para protegeros con mi manto inmaculado. Mi Corazón es el refugio vuestro y de vuestras familias. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

domingo, 23 de junio de 2019

22 de Junio


22 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre Inmaculada, vengo del cielo para llenar vuestros corazones del amor de Dios. El amor de Dios puede curar vuestras almas y vuestros corazones, librándoos de toda enfermedad, de todo pecado y todo mal.
No os alejéis del amor de Dios, hijos amados, mas desead este amor puro y santo, amor poderoso que cambia vuestras vidas.
Yo estoy aquí para guiaros por el camino de la verdad, para que no perdáis la fe y el coraje de seguir el camino santo del Señor.
Rezad, hijos míos. Que el Rosario sea recitado todos los días en vuestros hogares para que la luz y la gracia de Dios os bendiga y os envuelva.
Yo os amo e intercedo todos los días por cada uno de vosotros ante el Trono de mi Hijo Jesús.

La Santísima Madre pidió que rezáramos durante una semana todos los días tres veces el Magníficat acompañados tres veces de la oración a San Miguel Arcángel:
- Rezar por su obra
- Pidiendo que ella aplaste las cabezas de estos demonios que nos persiguen a nosotros y a nuestras familias.
- Para que su Inmaculado corazón triunfe sobre todo mal y en la vida de todos sus hijos.


Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones, porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: su nombre es santo, y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación.
El hace proezas con su brazo: dispersa a los soberbios de corazón, derriba del trono a los poderosos y enaltece a los humildes, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, acordándose de la misericordia -como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.


San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y acechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la Milicia Celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás, y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.



sábado, 22 de junio de 2019

19 de Junio


19 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Hijo mío, escribe lo que yo coloqué en tu corazón y medita profundamente:

“Nuevamente me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: «¿Qué estás viendo?» «Un puchero hirviendo estoy viendo, que se vuelca de norte a sur.» Y me dijo Yahveh: «Es que desde el norte se iniciará el desastre sobre todos los moradores de esta tierra” (Jeremías, 1, 13-14).

“Mi tienda ha sido saqueada, y todos mis tensores arrancados. Mis hijos me han sido quitados y no existen. No hay quien despliegue ya mi tienda ni quien ice mis toldos. Es que han sido torpes los pastores y no han buscado a Yahveh; así no obraron cuerdamente, y toda su grey fue dispersada ¡Se oye un rumor! ¡ya llega!: un gran estrépito del país del norte, para trocar las ciudades de Judá en desolación, guarida de chacales” (Jeremías,  10, 20-22)

Habla de mi indignación contra los malos pastores, pastores estúpidos que no piden más mi consejo, que no buscan más mi orientación, porque están sin luz, sin vida y sin la gracia divina. ¿Cómo pueden querer recibir mi luz si no dan el primer paso: rezar? ¿Cómo pueden ser pastores de almas si no cuidan de las suyas propias, que estén en ruinas? ¿Qué pastor es aquel que da la propia vida por sus ovejas y no aquel que da sus ovejas para que otros, vestidos con piel de cordero, las pastoreen? Ellos mismo están más débiles y abatidos y no consiguen llevar las ovejas para pastos seguros, donde hay vida y gracia, porque sus almas están arruinadas por los pecados que ellos mismos cometen.
He aquí que llegaron los tiempos sombríos, tiempos de terribles errores y confusiones, donde quién guía a las almas son los burros y los sabios se callan, dejando que sus bocas sean tapadas, con la mordaza del pecado y la mentira.
Del Norte se está levantando una gran humareda, señal de que un fuego tremendo está por venir, que traerá la ruina para todos los habitantes de la tierra, que destruirá muchas almas, que causará una gran devastación en mi Santa Iglesia. Habla, habla, clama a los cuatro cantos de la tierra que la Reina del Rosario y de la Paz, mi Madre Santísima, por muchos años se manifestó en esta tierra, en esta región Amazónica, enseñando la verdadera evangelización de los corazones y de las almas, mostrando a todos la luz que irradia de mi Sagrado Corazón. Sus palabras son luz y orientaciones venidas del cielo, no solamente para todo el pueblo de la Región Amazónica, mas para todos los pueblos del mundo entero.
Ella es la Llena de Gracia, la Sede de la Sabiduría, que guía a las almas por mi camino santo, de una evangelización que muda las almas y convierte a los corazones, de una evangelización que muda las almas y convierte los corazones, de una evangelización que transforma vidas y familias, que cura sociedades enteras, que trae la verdadera paz que viene de Dios.
No seáis sordos a los llamados del cielo, no seáis sordos a la voz de mi Santísima Madre. Ella ha hecho mucho por este pueblo y por el mundo entero, más de lo que nadie podrá imaginar. Acoged nuestros llamados ahora, para que tengáis vida y vida en abundancia.
Que mis Ministros sean santos y castos, humildes y obedientes ante mi llamado Divino. Que ellos den todo de sí, en el camino que ellos escogieron unidos a Mí y en el sí que ellos me dieron. Que sus manos al consagrar mi Cuerpo, Sangre, alma y divinidad, sean cada vez más inmaculadas, asemejando a las manos de mi Santísima Madre, que me tomó muchas veces con las manos, que me acarició y me amó con un amor puro y verdadero.
Que mi casa no se divida por la mitad, mas que ella sea fortificada por las verdades eternas dejadas y enseñadas de generación en generación, como Yo deseo y siempre desearé.
Que todos sepan reconocer su nada ante mí, verdadero Señor del cielo y de la tierra.
¡Gracias por atenderme!
¡Yo te bendigo!

jueves, 20 de junio de 2019

15 de junio


15 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, así como ves los rayos del sol pasar entre el vidrio de la ventana, iluminando y calentando todo el ambiente, así la obra de Dios se está difundiendo cada vez más, iluminando y calentando a las almas, por medio de mis santos mensajes, destruyendo el reino de las tinieblas de satanás, que nada puede hacer contra la Luz Divina que se irradia sobre los corazones de todos aquellos que acogieron los llamados del Señor y desean hacer su Divina Voluntad.
Continua ofreciendo todo en las manos del Señor, hasta incluso el más pequeño acto, que se transforma en grandes bendiciones y gracias para la salvación de las almas. Los actos pequeñitos ofrecidos al Señor con amor se convierten en cosas grandes en sus manos. No desperdicies la oportunidad de ofrecer al Señor todo lo que hagas, uniéndote a su Divino Corazón, realizando todos tus actos, en Él y con Él. El Señor bendecirá cada acto realizado, irradiando sobre cada uno de ellos su luz divina, que cegará a satanás, inutilizando sus malos intentos sobre la humanidad pecadora.
Reza, reza, reza mucho, pues de la oración brota vida para tu alma y para todas las almas. De la oración brota la fuente de las gracias y de las bendiciones del cielo. Un alma que reza todo obtiene siempre del Corazón de mi Hijo Divino, cuando su oración está hecha con fe y confianza. Sea siempre pequeño delante de mí y del Corazón de mi Hijo Jesús y tendrás siempre nuestra mirada misericordiosa sobre ti y sobre tu familia.
Yo te bendigo, para que tu alma se llene cada vez más de fuerza, coraje, de luz y de gracia del cielo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!


13 de junio


13 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, la batalla entre el cielo y la tierra, entre el bien y el mal, está llegando a su punto culminante y férreo. El humo de satanás está ahora dentro del Santuario de Dios, de su Santa Iglesia, porque él desea reducir a cenizas todo aquello que recuerda al Creador y a su Divino Amor. Todo lo que yo profeticé en el pasado se está cumpliendo en estos tiempos, prácticamente en estos días confusos y de grandes herejías, que se difunden en medio de los fieles distanciados cada vez más de las verdades eternas predicadas por mi Divino Hijo.
La Iglesia, herida y magullada, a causa de la vida pecaminosa de tantos Obispos y sacerdotes corrompidos por la lujuria y por el dinero, pasará por su momento más doloroso y sangriento, donde los hombres perversos, guiados por satanás, llevarán a la muerte a muchos de ellos y a muchos consagrados, porque éstos, no fueron fieles y obedientes al Señor. Satanás consiguió arruinar la vida de muchos Ministros de Dios con una vida mundana y sin oración. Muchos no consiguen liberarse de sus garras mortales y ya no consiguen erguirse de nuevo para la vida en gracia de Dios, porque no se confiesan más. El dolor y la contrición sincera de los pecados ya no existen para muchos de ellos.
Ofrece muchas oraciones y reparaciones por ellos, hijo mío. Solamente así, muchos conseguirán obtener un rayo de luz, venido del Corazón misericordioso de mi Hijo Divino, que les hará reflexionar sobre sus conductas erradas y podrán ver el peligro que sus almas corren, si no se arrepienten y reparan sus innumerables crímenes y pecados.
Yo te doy mi bendición y mi paz. Quédate en mi paz y siempre dentro de mi Inmaculado Corazón, tu refugio seguro: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

9 de Junio


9 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, hoy hablan en Pentecostés, piden la luz del mi Espíritu Santo, mas Él no podrá venir jamás sobre aquellos que no aman la verdad y que pactan con las obras del mal. Mi Espíritu no podrá descender sobre los corazones fingidos que demuestran santidad a muchos, mas por dentro sus almas están más podridas que carne putrefacta.
Mi Espíritu es santidad y Él pide a las almas lo mismo: una vida santa, purificada y bañada en mi preciosísima sangre, una vida que dejó atrás todas las cosas erradas para seguir mis caminos, escuchando mi voz. Solamente en estas almas mi Espíritu Santo podrá actuar: donde hay oración, donde hay reparación y arrepentimiento de los pecados, donde mi Palabra es acogida y vivida con el deseo de ser mis verdaderos discípulos, testimoniando a todos los que necesitan de la luz y de la gracia divina.
Almas de corazón fingido, que maquinan el mal, que tienen una vida doble, con un pie en mi camino santo y otro en el camino de satanás, no podrán jamás recibir ni acoger mi Espíritu Santo. Dios habla, pero no es oído ni acogido. Satanás habla y mi pueblo lo acoge y coloca en práctica sus enseñanzas mortales. ¡Cómo la humanidad se dejó cegar y decayó tan terriblemente, hasta el punto de cambiar la vida eterna por el fuego del infierno! Que las almas que verdaderamente me sirven y me aman, supliquen los dones de mi Espíritu y los recibirán en profundidad. Yo estoy atento a la voz de todos los que claman mi auxilio divino y que son obedientes al clamor de mi voz que os llama a una vida más santa. Yo estoy preparando mi pequeño resto, separando los buenos de los malos. Felices serán todos aquellos llamados para el banquete de las nupcias del Cordero. ¡He aquí que Yo estoy a la puerta y bato!
Feliz serás tú si me abres la puerta de tu corazón. Yo te bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

domingo, 9 de junio de 2019


8 de Junio de 2019 – Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os llamo incansablemente a Dios, porque deseo vuestra felicidad y la salvación de vuestras almas.
Luchad con fe y con coraje por el reino de los cielos. No desistáis de vuestro propósito de querer hacer la voluntad de Dios, entregándoos sin reservas a su Divino Corazón.
Hijos míos, Dios os ama inmensamente e infinitamente. No dudéis de su amor por vosotros, mas permitid que Él actúe en vuestras vidas y cure vuestras almas.
Muchas veces vosotros no perseveráis en el camino del Señor, porque dejasteis la oración y el ayuno de lado.
¡Hijos, despertad, actuad! Satanás trabaja y se esfuerza mucho para perderos, mas vosotros dormís y no queréis escuchar mi llamado a la oración. Es por eso que yo lloro, cuando veo que se comenten tantas maldades y atrocidades en el mundo entero: abortos, crímenes hediondos que atraen a la Divina Justicia sobre la humanidad desagradecida.
Cada sangre de una criatura derramada en el mundo, a causa del aborto, atrae para los hombres y mujeres sufrimientos y maldiciones. Reparad, hijos míos, los terribles pecados de abortos, los pecados impuros y las infidelidades que corrompen a muchos jóvenes y destruyen muchas familias.
Interceded, hijo, interceded por la salvación de las almas. Mi Corazón sufre con los muchos pecados que mis hijos comenten, mas nunca dejó de amaros ni de luchar por la eterna salvación de cada uno de vosotros.
Yo os acojo en mi Corazón, extendiendo sobre vosotros mi Manto Inmaculado y os concedo la paz. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

jueves, 6 de junio de 2019

5 de Junio de 2019


5 de Junio de 2019 – Amazonas, Brasil
Primer miércoles de mes.
Mensaje de San José

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, entra en mi Corazón para que encuentres paz y reposo, fuerza y coraje. Dios concede su Sabiduría solamente a los humildes. Tiene gran valor a sus ojos santos aquellos que saben reconocer su nada, delante de su Divina Majestad y le son obedientes.
Dios colocó su Divina mirada sobre ti y te escogió para hablar de mis glorias, de mi amor y de mi Corazón, que tan gran bien desea a la humanidad y arde por el deseo santo de su salvación.
Yo conozco tus fragilidades y sé de tus dolores, mas ofrécelos enteramente en las manos del Eterno Padre sin reservas, confiando en su acción divina en tu vida y en la misión que Él te confió.
Dios no abandona a los suyos, incluso aunque muchas veces parece que su presencia divina se retiró de en medio de ti y los tuyos. Él está más cerca que nunca y está atento a cada súplica y clamor de vuestros corazones.
Confía, hijo mío, confía, incluso aunque algunas veces no comprendas los designios divinos, aunque no veas los resultados ahora, a causa de todo aquello que soportas por amor a su Obra Divina. Mas el Señor ve, sabe y actúa en el silencio y en el momento cierto Él se hará oír cada vez más.
Yo te doy un poco de mi gracia y de mi fuerza, para que cuides de los tuyos, como has hecho hasta ahora. En verdad, yo cuidé también de mis padres, cuando vivían en este mundo, aliviando sus dolores y sufrimientos, cuando ellos ya no tenían ni fuerzas ni en condiciones, a causa de la salud que les faltaba y de la edad avanzada. Así también tú, mira por los tuyos y da todo de ti para aliviarlos en sus dolores y sufrimientos, para consolarlos, para dar paz y alegría a sus almas y a sus corazones y el Señor te elevará cada vez más y bendecirá todos tus emprendimientos, proyectos y buenas obras, así como también te dará larga vida y todas las gracias que suplirán también tus necesidades del cuerpo y del alma.
Entra en mi Corazón, hijo mío, para que te eleves cada vez más en la gracia de Dios y todo tu ser no aspire sino a querer ser todo de Dios, en hacer su Divina Voluntad en este mundo, para que tu corazón se una en un solo amor con su Divino Corazón, para que estés en Él y con Él.
Dios te ama: que estas palabras hagan elevar tu alma cada vez más par las cosas de lo alto, el cielo, inflamándote por el deseo de dejarse consumir por el amor divino.
Mi Corazón también te ama y vela por ti, siendo tu refugio, tu protección y tu consuelo.
Yo te coloco dentro de mi Corazón y te llevo conmigo al cielo, para restaurar tus fuerzas y concederte nuevas gracias y dones, por orden del Señor. Yo te bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

En este momento, al escuchar a San José decirme que me colocaba dentro de su Corazón y  me llevaba al cielo con él, de las llagas de su Corazón Castísimo salieron rayos de luz, que se dirigían sobre mí, envolviéndome. Comencé a sentir un gran sueño e inmediatamente me acosté. Escuché todavía su voz que me dijo:
¡Cuando te despiertes todo habrá pasado y estarás revigorizado!

Yo estaba enfermo, sin fuerzas, pasándolo mal estos últimos dos días. Cuando me desperté por la mañana bien temprano, no tenía más nada y me sentía más fuerte y con más salud, como nunca antes había sentido. Di gracias a Dios por tan gran gracia concedida, por ocuparse de mí, miserable criatura y por haber enviado a San José para consolar mi alma.

martes, 4 de junio de 2019

2 de Junio


2 de Junio de 2019 – Itapiranga, Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, como vuestra Madre, yo vengo a mostraros el camino que lleva hasta el cielo. No os alejéis jamás de este camino santo, endureciendo vuestros corazones y dejando la oración de lado. Hijos, la oración debe cambiar todo en vuestras vidas, por medio de ella vosotros podéis resucitar incluso un muerto, si vosotros creéis sin dudar jamás, por eso, hijos míos, entregad vuestros problemas a Dios con confianza, cambiando vuestros corazones, agradando a su Divino Corazón con una vida más santa.
Yo estoy aquí para deciros que Dios está preparando grandes cosas y una gran gloria para todos aquellos que escuchan sus llamados.
Rezad el Rosario y las gracias del cielo descenderán sobre vuestros hogares y vuestras familias serán iluminadas y transformadas por el amor de Dios.
Gracias por vuestra presencia aquí en este santo lugar, bendecido por vuestra Madre Inmaculada. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

lunes, 3 de junio de 2019

1 de Junio


1 de Junio de 2019 – Itapiranga, Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, la Reina del Rosario y de la Paz, vengo del cielo para llamaros todavía a Dios, el Señor del cielo y de la tierra.
Él, que vino al mundo para redimiros del pecado, enseñó la verdad eterna a todos aquellos que seguirían su camino santo, sufrió terriblemente y tuvo una muerte dolorosa pegado a una cruz, mas mi Hijo Divino resucitó, hijos míos, porque la muerte no encontró en Él la victoria y después subió a los cielos, donde está sentado a la derecha del Eterno Padre.
Hijos míos, mi Hijo Divino, después de todo eso, desea apenas un poco de vuestro amor y de vuestra correspondencia, porque muchos corazones se encuentran endurecidos y cerrados. No cerréis vuestros corazones a los llamados que mi Hijo os hace, por medio de mí. Son muchos los mensajes que ya os comuniqué, mas ¿quién desea realmente acogerlos con amor y vivirlos como el Señor desea?
No os quedéis sordos, hijos míos, a mis llamados. Escuchad mi voz. Yo os estoy llamando a Dios muchas veces, en muchos lugares del mundo, porque los tiempos son urgentes y graves. Vosotros no podéis imaginar el grande y terrible castigo que la humanidad merece.
Cambiad el rumbo de vuestras vidas ahora. Aquí, en este lugar, escogido por el Señor para manifestarme, yo dejo mi bendición y mi amor inmaculado.
Yo estoy aquí, con mi Inmaculado Corazón lleno de amor, para que vuestros corazones y vuestras almas sean liberadas de toda tristeza, de toda falta de paz y falta de fe.
Hijos míos, renovad vuestro amor y vuestra fe. Creed siempre más. Muchos corazones están heridos y precisan ser curados y creer más.
Creed, creed, creed, para que el Señor pueda realizar las maravillas de su amor en vuestras vidas. Gracias por vuestra presencia, por estar aquí, para acoger mi invitación a la conversión y a la oración. Dios os recompensará por todo esfuerzo y sacrificio que hacéis por su amor.
Yo os coloco dentro de mi Inmaculado Corazón y os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!