14 de septiembre
de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Oración
enseñada por San Miguel Arcángel
¡La paz a tu
corazón, hijo del Señor!
Reza esta
oración que yo te enseño ahora, por orden del Señor y de su Madre Inmaculada:
Señor, en
vuestra Divina Voluntad destierra las falsas amistades, que llenas de celos y
de envidia, usan sus lenguas feroces, para propagar el mal, destilando el
veneno de Satanás contra nosotros y nuestras familias. Líbranos de sus trampas,
de sus artimañas y que las bocas de todos nuestros calumniadores enmudezcan,
pues vosotros sois el Dios de nuestra salvación y nos postramos delante de
vuestra Santa y Divina Presencia, os reconocemos y declaramos como el único
Señor de nuestras vidas.
Que vuestro Sagrado
Corazón sea nuestro asilo seguro y que vuestra Santa Cruz Gloriosa y poderosa, esté
siempre entre nosotros y estas personas que desean nuestra ruina y caída,
siendo nuestro escudo de defensa que destruye toda acción satánica, toda
calumnia y toda palabra maldita venidas de cada una de ellas.
Que vuestras Santas
Llagas, Llagas gloriosas nos concedan la libertad y la victoria sobre todo mal.
Amén.
Después lee el
salmo 140
“Del maestro de
coro. Salmo. De David.
Líbrame,
Yahveh, del hombre malo, del hombre violento guárdame,
los que en su
corazón maquinan males, y peleas albergan todo el día,
aguzan su
lengua igual que una serpiente, veneno de víbora hay bajo sus labios.
Presérvame,
Yahveh, de las manos del impío, del hombre violento guárdame, los que proyectan
trastornar mis pasos,
los insolentes
que me han ocultado cepo y lazos, y tienden una red bajo mis pies, y al borde
del sendero me han emplazado trampas.
Yo he dicho a
Yahveh: Tú eres mi Dios, escucha, Yahveh, la voz de mis súplicas.
Oh Yahveh,
Señor mío, fuerza de mi salvación, tú cubres mi cabeza el día del combate.
No otorgues,
Yahveh, al impío su deseo, no dejes que su plan se realice. Los que me asedian
no alcen sobre mí su cabeza, ahóguelos la malicia de sus labios;
llueva sobre
ellos carbones encendidos, en el abismo hundidos, no se levanten más;
no arraigue más
en la tierra el deslenguado. al violento lo atrape de golpe la desgracia.
Sé que Yahveh
al humilde hará justicia, y llevará el juicio de los pobres.
Sí, los justos
darán gracias a tu nombre, los rectos morarán en tu presencia”