6 de abril de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de Nuestra
Madre, la Virgen María.
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo, la Reina del Rosario y de la Paz, no me
canso de llamaros a Dios y al camino del cielo.
No os alejéis de mi corazón Maternal, pues mi Inmaculado
Corazón es el Arca que Dios os preparó para estos tiempos difíciles, de
tinieblas y pecados.
Entrad en mi Corazón, hijos míos, consagrándoos frecuentemente
a él, entregándome todo, para que me encargue y cuide de todos vosotros y de
vuestras familias.
Luchad contra Satanás rezando con más fe y amor el Santo
Rosario. Ésta es una petición que viene directamente de mi Hijo Divino, pues la
oración del Rosario disipa los males y los pecados, y atrae las bendiciones y
las gracias del cielo. Con el Rosario vosotros siempre venceréis cualquier
batalla y dificultad que surja en vuestras vidas.
No os desesperéis, pues rezando el Rosario la luz de Dios
os iluminará y donde entra su luz, toda tiniebla es destruida. Rezad, rezad,
rezad cada vez más, y con el corazón, y los milagros del cielo sucederán en
vuestras vidas y el mundo se convertirá.
Yo os amo y os acojo debajo de mi Manto Inmaculado. Rezad
por la conversión de los pecadores, rezad por los incrédulos para que abran sus
corazones a Dios y se arrepientan de sus actitudes erradas, mientras todavía
tienen tiempo para convertirse, porque un día muchos llorarán amargamente por
haber despreciado el llamado que Dios les hace, durante muchos años, para
seguir los engaños del mundo, que no pueden salvaros y ni daros la vida eterna.
Gracias por vuestra presencia. Retornad a vuestras casas
con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del
Espíritu Santo. ¡Amén!

