La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 23 de abril de 2017

NOVENA A SAN JOSÉ OBRERO
(Hacer durante nueve días)
Señor, Tú que dijiste: “comerás el pan con el sudor de tu frente”, yo sé que el trabajo es digno y bendecido para sustentarse en la vida, pero Señor, a pesar de la buena voluntad para trabajar, ¡hay tanto desempleo!
Y por esto Señor, el desempleo está causando problemas en la familia y en la vida personal. Señor, mira a los desempleados. Por eso hoy estamos rezando por ellos, cuyos nombres presentamos ahora…
(Decir los nombres de las personas que están precisando la gracia de un buen empleo)
Señor, por intercesión de San José Obrero, haz que estas personas consigan un trabajo decente para sustentarse en la vida. Señor, cuando estuviste en este mundo, fuiste un humilde carpintero. Ten piedad y compasión de los desempleados que quieren trabajar, que necesitan trabajar.
Ilumina el camino para que puedan encontrar lo que desde hace tanto tiempo están buscando. Nosotros creemos Señor en aquella Palabra Tuya: “Llamad a la puerta y se os abrirá”.
Ilumina a los desempleados para llamar a la puerta correcta. Que no reciban un no o un desprecio, sino que consigan la gracia de un trabajo. Da ánimo Señor, a los desempleados. Abre las puertas de un empleo para estas personas.
(Decir una vez más los nombres de las personas)
San José Obrero, intercede por los desempleados.
Señor, yo confío en Tu Gracia.
Señor, yo confío en Tu Poder.
Amén.

1 Padre Nuestro, 1 Ave José, 1 Gloria.
AVÉ JOSÉ.
Ave José, hijo de David, hombre justo y virginal, la Sabiduría está contigo, bendito tú eres entre todos los hombres y bendito es Jesús, el fruto de María, tu fiel esposa. San José, digno Padre, Protector de Jesucristo y de la Santa Iglesia, ruega por nosotros pecadores y obtennos de Dios la Divina Sabiduría, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Señor, ten misericordia de nosotros
Cristo, ten misericordia de nosotros.
Señor, ten misericordia de nosotros.
Cristo óyenos.
Cristo escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.
Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.
Santa María, ruega por nosotros.
San José, ruega por nosotros.
Ilustre descendiente de David,  ruega por nosotros.   
Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.   
Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.   
Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.   
Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.   
Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.   
Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.   
José, justísimo, ruega por nosotros.   
José, castísimo, ruega por nosotros.   
José, prudentísimo, ruega por nosotros.   
José, valentísimo, ruega por nosotros.   
José, fidelísimo, ruega por nosotros.   
Espejo de paciencia, ruega por nosotros.   
Amante de la pobreza, ruega por nosotros.   
Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.   
Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.   
Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.   
Sostén de las familias, ruega por nosotros.   
Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.   
Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.   
Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.   
Terror de los demonios, ruega por nosotros.   
Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.   
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.
V.- Le estableció señor de su casa.
R.- Y jefe de toda su hacienda.

Oremos: Oh Dios, que en tu inefable providencia, te dignaste elegir a San José por Esposo de tu Santísima Madre: concédenos, te rogamos, que merezcamos tener por intercesor en el cielo al que veneramos como protector en la tierra. Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos. Amén