29 de agosto de
2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, Dios te llamó a ti y a tu familia para una gran
misión y entregó en tus manos y en las manos de tu madre, grandes bendiciones y
dones, que no fueron concedidos a nadie más en el Amazonas, y ahora, nuevas
gracias, por medio del sí de tu hermano y de su entrega a Dios. El Señor está
mostrando a los incrédulos que desde siempre tu familia fue escogida por Él y
le confió la misión de restaurar las almas y los corazones con su Palabra y
amor divinos que cura, que libera y convierte. Esta es la gracia que a Dios le
gustaría conceder a muchas familias, mas infelizmente no todas perseveran en la
oración, en la fidelidad y en los caminos santos de mi Hijo Jesús, no siendo
agradables a Él. Desde hace muchos años mi Hijo os preparó, os purificó y os
confirmó con el fuego purísimo de su Espíritu Santo para ser su luz para las
almas. Aunque muchos quieran luchar contra sus obras santas, Dios está siempre
en el control de todo.
Luchad y combatid todo mal, proclamando las verdades de
Dios a las almas. Permitid que la luz del Señor irradie fuertemente en vosotros,
para que reflejen intensamente su amor a todos los corazones apagados y sin vida,
a causa del pecado. Yo acojo a tu familia en mi Inmaculado Corazón como parte
preciosa mía y la bendigo, concediéndole gracias especiales, gracias que os fortalecerán
cada vez más en la fe y en la gran misión de salvación de las almas, gracias
que os harán perseverar hasta el fin en el camino de mi Hijo que os escogió,
que os ama mucho y que os bendice siempre.
Yo te bendigo a ti y a toda ti familia: en nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.