La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 18 de marzo de 2018



17 de marzo de 2018 – Manaus, Amazonas
Mensaje de María
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, yo tu Madre, estoy aquí nuevamente para concederte a ti y a tu familia mi bendición. Yo os coloco dentro de mi Inmaculado Corazón y coloco también a todos aquellos que acogen mis mensajes con amor y los viven verdaderamente como mi Hijos Jesús desea.
Muchos son aquellos que dejaron el camino del Señor por miedo, por vergüenza, por causa de la falta de confianza en mi Hijo Jesús y en mí, tu Madre Inmaculada.
No quedes triste. Dios está separando “las ovejas de los cabritos”1, está separando los suyos, aquellos que no se dejaron debilitar en su fe y no pierden jamás la confianza.
Como mi Hijo Jesús dijo en su Palabra no todo aquél que le diga “Señor, Señor”, entrará en el Reino de los Cielos2.
Di a tus hermanos que aumenten más la fe rezando, ayunando, viviendo en gracia de Dios, acercándose con frecuencia a los Santos Sacramentos. Yo estoy siempre aquí, en este lugar, como también estoy en Itapiranga esperando por cada uno de vosotros para protegeros, para bendeciros y acogeros debajo de mi Manto Inmaculado. Reza, espera y enseña a tus hermanos a rezar, a esperar y a confiar. Dios hará grandes cosas por aquellos que siempre confían y jamás dudan. Yo te bendigo a ti y a toda la humanidad: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

1. "«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria acompañado de todos sus ángeles, entonces se sentará en su trono de gloria. Serán congregadas delante de él todas las naciones, y él separará a los unos de los otros, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda" (Mateo 25, 31-33).
2. "No todo el que me diga: "Señor, Señor, entrará en el Reino de los Cielos, sino el que haga la voluntad de mi Padre celestial" (Mateo 7, 21).