La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

martes, 20 de marzo de 2018



 19 de marzo de 2018 – Itapiranga, Amazonas

Mensaje de María

¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, yo, tu Madre, una vez más vengo del cielo con mi Hijo Jesús y San José. Reza, hijo mío, reza y haga que mis hijos recen, porque los tiempos son difíciles.
Muchas almas corren el peligro de perderse eternamente, porque falta oración, falta conversión en la vida de muchos de mis hijos. Sois vosotros los que debéis ser una luz para todos ellos, llevando el amor de nuestros Santísimos Corazones. Hijo, el demonio ganó mucho espacio en muchas familias. Muchos hogares cristianos se vuelven lugares de profanación y de ultrajes a mi Divino Hijo Jesús. Muchas familias están muertas espiritualmente, porque satanás consiguió seducirlas y destruirlas con el pecado.
Rezad muchos Rosarios, haced penitencia por los pecadores, renunciando a la propia voluntad para hacer la voluntad de Dios.
Yo os acojo en mi Inmaculado Corazón y mi Esposo José os acoge en su Corazón Castísimo y, nosotros dos, os colocamos dentro del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús.
Gracias por tu presencia. Yo os acompañaré hasta vuestros hogares con mi Hijo Jesús y San José. Hoy una lluvia de gracias desciende de los cielos sobre vosotros y vuestras familias.
Yo te bendigo hijo mío y a todos tus hermanos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

La Santísima Madre vino esta noche acompañada del Niño Jesús, que estaba en los brazos de San José. Durante la aparición, el Niño Jesús me pidió que besase nuevamente el Escapulario de su Padre José. Él me había pedido eso recientemente, cuando me encontraba en Italia, en Vígolo, y ahora una vez más me pidió que lo besase de nuevo en Itapiranga. Jesús me hizo entender cuanto este Escapulario es importante y una señal de protección contra las fuerzas del infierno. Este Escapulario nos hace merecer grandes gracias de su Divino Corazón cuando se lleva con amor y con fe. No rechacemos tantas gracias preciosas, bendiciones y protección que el cielo nos desea dar.
Después, el Niño Jesús, mirando para San José, pidió que él nos bendijese, así como también a toda la humanidad. San José, obedeciendo la orden del Niño Jesús, extendió su brazo derecho, como señal de bendición y protección para toda la humanidad, trazando la señal de la cruz sobre nosotros.