La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 22 de noviembre de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz 21 de noviembre

21 de noviembre de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz amados hijos míos, la paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo con mi Inmaculado Corazón preocupado y afligido, porque muchos de mis hijos todavía no se decidieron para abandonar la vida de pecado y para vivir una vida de conversión y de santidad unidos a Dios.

Muchos corazones todavía se encuentran cerrados, duros y fríos al amor de mi Hijo Divino. Muchos continúan en sus vidas pecaminosas de antes, sin arrepentimiento sincero. Rezad mucho, hijos míos, rezad mucho por la conversión de los pecadores, porque Satanás consiguió cegar muchas almas, alejándolas de Dios y de mi amor maternal.

Muchos de mis hijos, es este momento, se están colocando en las manos del demonio por libre voluntad, en busca de poder, de dinero y de fama. Nada en este mundo es más precioso que el Señor y su amor. No os dejéis engañar. Luchad por vuestro lugar en el cielo, luchad para estar un día al lado del Señor Dios, Todopoderoso. Dios os ama y desea salvaros de las grandes calamidades que se abatirán muy pronto sobre el mundo pecador. Volved al Corazón de mi Hijo Jesús. Volved ahora, porque Él está esperando por vosotros, para concederos su amor y su perdón.

Rezad el Rosario todos los días con fe y amor. El Rosario es la oración poderosa que destruye el poder del infierno y todas las emboscadas infernales que Satanás lanza diariamente en el mundo, queriendo destruir las almas y llevarlas al fuego del infierno. Quién reza mi Rosario no verá jamás la desgracia eterna, más la gracia y la luz divina brillar en vuestras vidas y en vuestras familias. Rezad y Dios os concederá la gracia de la salvación y de la victoria sobre todo mal. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén