La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 27 de octubre de 2019

Mensaje de María, 26 de octubre


26 de octubre de 2019 –Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María, Reina del Rosario y de la Paz

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os llamo a Dios, mas muchos de vosotros permanecéis sordos a mi voz maternal.
Yo os estoy llamando a Dios. Yo os estoy llamando a Aquél que es la Salvación de vuestras almas.
No cerréis vuestros corazones al llamado del Señor. Él os ama y desea vuestra salvación eterna. Él no desea vuestra infidelidad, más que comprendáis su amor Divino por cada uno de vosotros y tengáis plenamente su paz.
Doblad vuestras rodillas al suelo en oración. Los hombres están ciego y sordos a la voz de Dios y desean hacer antes la propia voluntad humana antes que la voluntad divina.
Hijos míos, errores por encima de errores serán aceptado y proclamados como venidos de la voluntad de Dios, mas por detrás de eso está Satanás con sus tinieblas y mentiras, que desea tener vuestras almas y llevaros al fuego del infierno.
Luchad, hijos míos, contra todo mal, mentira y pecado. Decid a todos que Dios ya está muy ofendido y no desea veros viviendo en el pecado, distantes de su Divino Corazón y de su amor, que es eterno.
No os alejéis del camino santo de Dios. No aceptéis las mentiras de Satanás, mas proclamad las verdades de Dios, pues solamente ellas liberan del pecado y os da la vida eterna.
Tiempos de tinieblas y de dolores asolarán el mundo si los pecados no son reparados y los errores combatidos.
Si los hombres continúan sordos un gran castigo se abatirá sobre ellos. Rezad, rezad, rezad, mucho y Dios tendrá misericordia de vosotros.
Acordaos, hijos míos, no tengáis miedo. No os calléis, mas venced el mal proclamando la verdad. La verdad es mi Hijo Jesús y Él está con vosotros y vosotros estáis unidos a Él, por el amor y por la fidelidad a su amor y a sus palabras, que salvan y que os dan la luz, la luz que vence las tinieblas.
Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: em nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.