La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 13 de enero de 2019

12 de enero de 2019

12 de enero de 2019   –    Manaus, Amazonas, Brasil

Mensaje de María

Hoy, una vez más, la Madre bendita entre todas las mujeres, vino del cielo para transmitirnos su llamada maternal. Ella, llena de amor, vino a concedernos sus gracias maternales, para que nuestras vidas sean siempre iluminadas por el amor y por la paz de Dios. Ella nos dio el siguiente mensaje:


Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que perseveréis en vuestro camino de conversión cargando con amor y con paciencia vuestra cruz, porque todo aquello que vosotros sufrís en el corazón, en el cuerpo y en el alma se transforman en gracias y bendiciones para la conversión de los pecadores y la salvación eterna de muchas almas.
Sabed ofreced todo al Señor para la realización de su obra divina en los corazones y en las almas. No os preocupéis, hijos míos, yo nunca os abandonaré. Yo estoy siempre a vuestro lado para ayudaros en todo aquello que Dios me permite.
Rezad, rezad, rezad el Rosario con más empeño y fe y Dios os concederá grandes gracias y alejará muchas cosas tristes lejos de vosotros y de la vida de vuestros hermanos.
Dios os ama y desea vuestra conversión. No cerréis vuestros corazones a su llamado divino, así como hicieron muchos de vuestros hermanos, que no tenían raíces profundas en la fe y en la vida espiritual.
Rezad por la conversión de los incrédulos, porque ellos son muchos hoy en día entristeciendo el Corazón de mi Hijo Jesús. Llevad la luz de Dios a quien se encuentra ciego por el pecado. Dios desea que sus llamados divinos lleguen a muchos corazones y lo más rápido posible. Actuad, hijo míos. Hablad del amor de Dios a vuestros hermanos y muchos se convertirán.
Yo os amo y os bendigo con mi bendición de Madre. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!