La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

viernes, 8 de febrero de 2019

2 de febrero de 2019


2 de febrero de 2019  Itapiranga, Amazonas, Brasil
Mensaje de María

Hoy, la Madre Santísima, vino una vez más del cielo para transmitirnos su mensaje. Ella traía un manto blanco y un vestido blanco y nos mostraba hoy su Inmaculado Corazón. Ella nos dio el mensaje siguiente:

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que os convirtáis y os decidáis  a seguir el camino de la santidad, propuesto por el Señor.
Rezad, rezad mucho, para tener fuerza, la luz y la gracia para hacer la voluntad de Dios. Yo os llamo a Dios, yo nunca me cansaré de llamaros al Señor, porque yo soy vuestra Madre Inmaculada y os amo. No os aflijáis y no os quedéis tristes con las pruebas de la vida. Yo estoy aquí para protegeros y para ayudaros con mi intercesión de Madre y con mi Manto Inmaculado y yo os cubro, como también a vuestras familias, para que seáis todos de Dios.
Hijos míos, rezad por los que no creen. Rezad por la paz. Yo vine a Itapiranga como Reina del Rosario y de la Paz para transmitiros muchos mensajes, pero muchos de mis hijos no me oyen y no creen.
Yo os digo, hijos míos, que llegará el día en que muchos van a querer vivirlas y acordarse de cada palabra mía, mas el tiempo habrá pasado y en los dolores y las lágrimas muchos estarán.
Vivid y acoged estos llamados que yo os digo ahora, y más adelante, no sufriréis, mas estaréis en paz, debajo de mi Manto de Madre. Yo os agradezco que estéis aquí, por haber escuchado mi llamado a la oración. Yo os bendigo y derramo sobre vosotros innumerables gracias de mi Inmaculado Corazón. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
Cuando la Virgen Santísima nos bendijo, de su Inmaculado Corazón salieron muchos rayos luminosos tan brillantes que se dirigían sobre nosotros y sobre el mundo entero: son las innumerables gracias que el Inmaculado Corazón de María dispensa a todos sus hijos que recurren a su amorosa intercesión de Madre.