La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 24 de febrero de 2019

23 de febrero de 2019



23 de febrero de 2019 – Amazonas, Brasil
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijo míos, yo vuestra Madre, una vez más vengo del cielo para deciros que  Dios os ama inmensamente y desea vuestra conversión sincera. Volved al camino santo del Señor. No os dejéis engañar por los errores y mentiras que se están difundiendo para destruir la verdad y las enseñanzas que mi Hijo Jesús os dejó.
Dios está ya muy ofendido, principalmente, porque muchos ya no creen más y viven más como paganos que como verdaderos cristianos. Muchas familias están corrompidas por ideas mundanas y de pecado que no llevan al camino del cielo, más al camino de la perdición que lleva al fuego del infierno.
El enemigo de Dios y de vuestras almas, hijos míos, desea causar grandes sufrimientos en el mundo, mas muchos de vosotros no me oís y no rezáis con amor y con el corazón, como yo os pedí tantas veces y, es por eso, que mi Inmaculado Corazón sufre y derrama copiosas lágrimas, a causa de vuestra frialdad e ingratitud.
Rezad, hijos míos, rezad mucho. No os quedéis sordos al clamor de mi voz. Yo os estoy llamando a Dios. Volved a Dios. Sed de Dios. Yo lucho por la felicidad de cada uno de vosotros, para que no lleguéis a grandes sufrimientos, que están cerca de abatirse sobre vosotros y vuestras familias.
La paz está amenazada. La paz corre peligro. Interceded cada vez más por la paz, porque el demonio desea la sangre, la muerte y la guerra. Yo soy la Reina del Rosario y de la Paz y vine del cielo para cubriros con mi manto protector e inmaculado, para que toda violencia y odio sean desterrados lejos de todos vosotros y de vuestras familias.
Acoged mi mensaje en vuestros corazones y vividlo, y consolarán mi Corazón maternal. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!