12 de enero
de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de María
Hoy, una vez
más, la Madre bendita entre todas las mujeres, vino del cielo para
transmitirnos su llamada maternal. Ella, llena de amor, vino a concedernos sus
gracias maternales, para que nuestras vidas sean siempre iluminadas por el amor
y por la paz de Dios. Ella nos dio el siguiente mensaje:
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para
pediros que perseveréis en vuestro camino de conversión cargando con amor y con
paciencia vuestra cruz, porque todo aquello que vosotros sufrís en el corazón,
en el cuerpo y en el alma se transforman en gracias y bendiciones para la
conversión de los pecadores y la salvación eterna de muchas almas.
Sabed ofreced todo al Señor para la realización de su
obra divina en los corazones y en las almas. No os preocupéis, hijos míos, yo
nunca os abandonaré. Yo estoy siempre a vuestro lado para ayudaros en todo
aquello que Dios me permite.
Rezad, rezad, rezad el Rosario con más empeño y fe y Dios
os concederá grandes gracias y alejará muchas cosas tristes lejos de vosotros y
de la vida de vuestros hermanos.
Dios os ama y desea vuestra conversión. No cerréis
vuestros corazones a su llamado divino, así como hicieron muchos de vuestros
hermanos, que no tenían raíces profundas en la fe y en la vida espiritual.
Rezad por la conversión de los incrédulos, porque ellos
son muchos hoy en día entristeciendo el Corazón de mi Hijo Jesús. Llevad la luz
de Dios a quien se encuentra ciego por el pecado. Dios desea que sus llamados
divinos lleguen a muchos corazones y lo más rápido posible. Actuad, hijo míos.
Hablad del amor de Dios a vuestros hermanos y muchos se convertirán.
Yo os amo y os bendigo con mi bendición de Madre. Volved
a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!