28 de noviembre de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros intensas
oraciones por la paz que está amenazada, a causa de los hombres orgullosos y
corruptos, que llenos de odio y de las tinieblas de Satanás, desean causar
grandes dolores a muchos de mis hijos de manera terrible.
Acoged el don de la oración y de la gracia de Dios en vuestras vidas, para
que vosotros podáis ser aquellos que, unidos a mi Inmaculado Corazón,
supliquéis del Sagrado Corazón de mi Hijo Jesús, la conversión y la salvación
para el mundo, ofreciéndoos al Señor por la salvación de las almas.
Rezad mucho, hijos míos, rezad, porque los tiempos más difíciles llegarán
muy pronto, y felices serán todos aquellos que escucharon mis llamados y que
obedecieron al llamado de Dios.
Mas, ay de los desobedientes, de los que permanecieron sordos y se
volvieron hacia los engaños del mundo, perdiendo el tiempo para la conversión:
habrá mucho llanto y rechinar de dientes.
Este es el llamado que hago hoy a toda la humanidad: convertíos, Dios es el
único Señor del Cielo y de la Tierra y no tiene otro. No existe otra verdad ni
otra enseñanza, mas solamente aquellos que mi Hijo Jesús os dejó en vuestra
Santa Iglesia, que es la Iglesia Católica. Convertíos, los hombres de corazón
endurecido, ciego y difícil. ¡Ésta es la hora! A todos os bendigo: en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
Durante la aparición, Nuestra Santa Madre me mostró una gran explosión,
causada por los hombres malvados, usados por Satanás. ¡Recemos, recemos,
recemos!... Grandes sufrimientos llegarán en breve y debemos interceder por el
bien y por la paz.