¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, deseo guiaros hasta Dios, deseo llevaros por
el camino de santidad perfecta, ayudándoos a conocer la Divina Voluntad de Dios
en vuestras vidas. Abrid vuestros corazones al amor de mi Hijo Jesús, el Rey de
vuestros corazones, de vuestras familias y de todo el Universo. Todo fue creado
por Él, por medio de Él y de su Palabra. El Verbo Divino se hizo carne y vino a
habitar en medio de todos vosotros con su amor poderoso y santo, para revelar la
voluntad del Padre y su inmenso amor y misericordia por los hombres.
Rezad, rezad, rezad y vuestros corazones y vuestras almas serán curadas y
renovadas y, así, transformadas por la gracia de Dios vuestros cuerpos serán
también liberados de todo mal y de toda enfermedad. Creed, creed, creed en el
amor de mi Hijo: su amor hoy Él os da, su perdón Él os ofrece como señal de su
gran misericordia. Volved al Señor, Él esta siempre esperando por vosotros,
para que os pueda perdonar, curar y bendecir. A todos os bendigo: en el nombre
del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.