13 de mayo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, reza mucho, porque el mundo precisa de mucha oración, pues está para ser castigado terriblemente por la justicia de Dios.
La humanidad llegó al borde del abismo y en él muchos hoy ya están cayendo, siendo llevados por los demonios al infierno, porque no vivieron unidos a Dios, mas dudaron de la presencia del Señor en la Eucaristía, no creyeron más sus santas palabras, rechazando sus leyes Divinas, transformando la Casa de Dios en una guarida de ladrones y de terribles ultrajes.
Hijo mío, nunca como hoy Satanás ganó tanto poder y espacio para actuar dentro de la Iglesia de mi Hijo Divino. Está consiguiendo su intento maligno de destrucción de la fe en muchas almas, llevándolas a la negación de Dios y de las verdades eternas, haciéndolas aceptar su veneno mortal de errores y de mentiras, que llevan a una vida sin Dios, lejos de su amor divino.
La verdad y la vida eterna se encuentran solamente en Dios, en mi Hijo Jesucristo. Jesucristo está muy ofendido. Su Divina Justicia desea castigar a los pecadores, por su indiferencia y desprecios hacia mí, su Madre Inmaculada.
Hijo mío, repara los terribles pecados contra mí cometidos. Éstos pecados atraen sobre los pecadores terribles castigos y flagelos. La Justicia de mi Divino Hijo no puede soportar más a estos pecadores y sus desagradecimientos. El Ángel del Señor está con la espada de fuego levantada y con ella desea herir de forma más intensa al mundo entero, a todos aquellos hijos míos que no quisieron arrepentirse, corrigiéndose de sus pecados, ni haciendo reparaciones y sacrificios.
Dentro de vuestras casas rezad mucho la oración que el Ángel de la Paz enseño a mis hijos pastores, postrándoos con el rostro por tierra, suplicando el perdón de Dios para sí mismos y para los pecadores del mundo entero.
Las señales exteriores de la oración y su brillo están desapareciendo, para dar lugar a las densas nubes de las tinieblas y de pecado que envuelve el mundo, que dejó a Dios de lado.
La Iglesia, Esposa de mi Hijo Divino, el Cordero Inmaculado, está viviendo su pasión, las horas de las tinieblas y del abandono, siendo despojada de sus vestiduras y de su esplendor, por culpa de aquellos que deberían amarla, honrarla y defenderla, dando lugar a una falsa iglesia sin luz, sin vida y sin dirección, donde las dudas y las incertezas prevalecen sobre toda la verdad, reduciendo la fe a nada, a meros conceptos humanos y mundanos que no convierten y no salvan a nadie.
Hijo mío, mi Corazón sufre por todo lo que la Iglesia de mi Hijo está pasando y viviendo. Estoy preocupada y afligida, a causa de todo aquello que muchos de mis hijos deberán padecer y soportar, por culpa de los hombres corrompidos y sin fe, que los llevarán a la muerte espiritual de sus almas y por el camino que los conduce al fuego del infierno.
Mi Corazón sangra a causa de los niños y de los jóvenes que perdieron el candor de la pureza, destruyendo la virginidad de sus cuerpos y la inocencia de sus almas y de sus corazones. Todo esto ha contribuido a que el demonio tuviera más fuerza y poder sobre el mundo.
Muchos no comprenden y jamás comprenderán, si no se esfuerzan, el valor de las oraciones de las almas vírgenes y puras en el mundo. Cerrad vuestros ojos para todo lo que es pecado y mundano, para que las flechas inflamadas del enemigo infernal nos os hieran en el alma. Sed de Dios. Amad a Dios.
Ofrecedle vuestras oraciones acompañadas con el suave perfume de vuestras almas impregnadas de pureza, de santidad y de buenas intenciones.
Que la oración sea vuestro encuentro de amor con Dios, aceptando y sometiéndose a su Divina Voluntad, para que sea realizada perfectamente en vuestras vidas. Salvad las almas para el cielo y salvaos a vosotros mismos, siendo obedientes a Dios y a sus llamados divinos, pues sin Él no podéis hacer ningún bien.
¡Yo te bendigo!
Oraciones de Fátima: https://fatimazoporlapaz.org/oraciones-de-fatima/