La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 14 de mayo de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz 13 de mayo de 2020



13 de mayo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

¡La paz a tu corazón!

Hijo mío, reza mucho, porque el mundo precisa de mucha oración, pues está para ser castigado terriblemente por la justicia de Dios.

La humanidad llegó al borde del abismo y en él muchos hoy ya están cayendo, siendo llevados por los demonios al infierno, porque no vivieron unidos a Dios, mas dudaron de la presencia del Señor en la Eucaristía, no creyeron más sus santas palabras, rechazando sus leyes Divinas, transformando la Casa de Dios en una guarida de ladrones y de terribles ultrajes.

Hijo mío, nunca como hoy Satanás ganó tanto poder y espacio para actuar dentro de la Iglesia de mi Hijo Divino. Está consiguiendo su intento maligno de destrucción de la fe en muchas almas, llevándolas a la negación de Dios y de las verdades eternas, haciéndolas aceptar su veneno mortal de errores y de mentiras, que llevan a una vida sin Dios, lejos de su amor divino.

La verdad y la vida eterna se encuentran solamente en Dios, en mi Hijo Jesucristo. Jesucristo está muy ofendido. Su Divina Justicia desea castigar a los pecadores, por su indiferencia y desprecios hacia mí, su Madre Inmaculada.

Hijo mío, repara los terribles pecados contra mí cometidos. Éstos pecados atraen sobre los pecadores terribles castigos y flagelos. La Justicia de mi Divino Hijo no puede soportar más a estos pecadores y sus desagradecimientos. El Ángel del Señor está con la espada de fuego levantada y con ella desea herir de forma más intensa al mundo entero, a todos aquellos hijos míos que no quisieron arrepentirse, corrigiéndose de sus pecados, ni haciendo reparaciones y sacrificios.

Dentro de vuestras casas rezad mucho la oración que el Ángel de la Paz enseño a mis hijos pastores, postrándoos con el rostro por tierra, suplicando el perdón de Dios para sí mismos y para los pecadores del mundo entero.

Las señales exteriores de la oración y su brillo están desapareciendo, para dar lugar a las densas nubes de las tinieblas y de pecado que envuelve el mundo, que dejó a Dios de lado.

La Iglesia, Esposa de mi Hijo Divino, el Cordero Inmaculado, está viviendo su pasión, las horas de las tinieblas y del abandono, siendo despojada de sus vestiduras y de su esplendor, por culpa de aquellos que deberían amarla, honrarla y defenderla, dando lugar a una falsa iglesia sin luz, sin vida y sin dirección, donde las dudas y las incertezas prevalecen sobre toda la verdad, reduciendo la fe a nada, a meros conceptos humanos y mundanos que no convierten y no salvan a nadie.

Hijo mío, mi Corazón sufre por todo lo que la Iglesia de mi Hijo está pasando y viviendo. Estoy preocupada y afligida, a causa de todo aquello que muchos de mis hijos deberán padecer y soportar, por culpa de los hombres corrompidos y sin fe, que los llevarán a la muerte espiritual de sus almas y por el camino que los conduce al fuego del infierno.

Mi Corazón sangra a causa de los niños y de los jóvenes que perdieron el candor de la pureza, destruyendo la virginidad de sus cuerpos y la inocencia de sus almas y de sus corazones. Todo esto ha contribuido a que el demonio tuviera más fuerza y poder sobre el mundo.

Muchos no comprenden y jamás comprenderán, si no se esfuerzan, el valor de las oraciones de las almas vírgenes y puras en el mundo. Cerrad vuestros ojos para todo lo que es pecado y mundano, para que las flechas inflamadas del enemigo infernal nos os hieran en el alma. Sed de Dios. Amad a Dios.

Ofrecedle vuestras oraciones acompañadas con el suave perfume de vuestras almas impregnadas de pureza, de santidad y de buenas intenciones.

Que la oración sea vuestro encuentro de amor con Dios, aceptando y sometiéndose a su Divina Voluntad, para que sea realizada perfectamente en vuestras vidas. Salvad las almas para el cielo y salvaos a vosotros mismos, siendo obedientes a Dios y a sus llamados divinos, pues sin Él no podéis hacer ningún bien.

¡Yo te bendigo!


Oraciones de Fátima:  https://fatimazoporlapaz.org/oraciones-de-fatima/