30 de mayo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, el Corazón del mi Hijo Jesús es Divino y Santo,
mas no es amado por muchos ni adorado. La Eucaristía es el Corazón de la
Iglesia y, nunca como hoy, está siendo tan ultrajada y despreciada.
Mi Corazón Inmaculado sufre, hijo mío, porque Jesús está
siendo muy ofendido. Los hombres perdieron el respeto a lo Sagrado y ya no saben
más quién es Dios para ellos, porque quieren dar disculpas y respuestas a sus
actos y ultrajes hacia el Señor, como si nada hubiera ocurrido.
Si cada pecado y ultraje cometidos contra la Eucaristía,
por un alma, no quedan sin un justo castigo, que ya es terrible, mucho más son
tremendos los castigos, cuando estos pecados y ultrajes son cometidos por los ministros
de Dios, por sus diócesis y parroquias enteras.
Reza, hijo mío, reza y ofrece reparación a la Majestad
Divida ultrajada, en caso contrario, el Señor permitirá que un castigo más
doloroso y terrible hiera a la humanidad, a causa de la falta de fe y de respeto
hacia su presencia real y divina en la Santísima Eucaristía, hacia su Santa Iglesia
y hacia sus enseñanzas y Leyes divinas que fueron despreciadas y no son más
vividas.
Ayunad, ayunad, ayunad, habituaos a comer poco, pues llegará
una gran hambre en el mundo. Acordaos, hijos míos: no sólo de pan vive el
hombre, mas de toda palabra que sale de la boca de Dios… mas, si muchos no leen
y no viven las palabras de Dios y, mucho menos, se acuerdan de ellas, ¿cómo podrán
sobrevivir y permanecer firmes en la fe?
Solamente los que estén unidos a mi Hijo sabrán soportar
los tiempos difíciles que vendrán sobre el mundo entero. ¡Sin Jesús vosotros no
podréis hacer nada!
Yo te bendigo, hijo mío, y a toda la humanidad: ¡en
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! ¡Amén!