La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 30 de mayo de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz 30 de mayo


30 de mayo de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz a tu corazón!

Hijo mío, el Corazón del mi Hijo Jesús es Divino y Santo, mas no es amado por muchos ni adorado. La Eucaristía es el Corazón de la Iglesia y, nunca como hoy, está siendo tan ultrajada y despreciada.

Mi Corazón Inmaculado sufre, hijo mío, porque Jesús está siendo muy ofendido. Los hombres perdieron el respeto a lo Sagrado y ya no saben más quién es Dios para ellos, porque quieren dar disculpas y respuestas a sus actos y ultrajes hacia el Señor, como si nada hubiera ocurrido.

Si cada pecado y ultraje cometidos contra la Eucaristía, por un alma, no quedan sin un justo castigo, que ya es terrible, mucho más son tremendos los castigos, cuando estos pecados y ultrajes son cometidos por los ministros de Dios, por sus diócesis y parroquias enteras.

Reza, hijo mío, reza y ofrece reparación a la Majestad Divida ultrajada, en caso contrario, el Señor permitirá que un castigo más doloroso y terrible hiera a la humanidad, a causa de la falta de fe y de respeto hacia su presencia real y divina en la Santísima Eucaristía, hacia su Santa Iglesia y hacia sus enseñanzas y Leyes divinas que fueron despreciadas y no son más vividas.

Ayunad, ayunad, ayunad, habituaos a comer poco, pues llegará una gran hambre en el mundo. Acordaos, hijos míos: no sólo de pan vive el hombre, mas de toda palabra que sale de la boca de Dios… mas, si muchos no leen y no viven las palabras de Dios y, mucho menos, se acuerdan de ellas, ¿cómo podrán sobrevivir y permanecer firmes en la fe?

Solamente los que estén unidos a mi Hijo sabrán soportar los tiempos difíciles que vendrán sobre el mundo entero. ¡Sin Jesús vosotros no podréis hacer nada!

Yo te bendigo, hijo mío, y a toda la humanidad: ¡en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo! ¡Amén!