La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

viernes, 3 de marzo de 2017

2 de Marzo de 2017 – Amazonas, Brasil
Mensaje de la Virgen María
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre os llamo a Dios. Yo deseo conduciros al Corazón de mi Hijo Jesús, mas muchos de vosotros cerráis vuestros corazones al amor de mi Hijo y a mi amor maternal, pecando y siendo desobedientes.
Cambiad de vida, hijos míos, Dios no desea ver pecados en vuestras almas y falta de amor en vuestros corazones. Él desea ver vuestras almas brillando en gracia y vuestras vidas llenas de buenas obras y de frutos de conversión.
Rezad diariamente. Que en vuestras familias el rosario sea rezado con mas empeño y con más fe. Los tiempos se volverán cada vez más difíciles para aquellos que no se decidan por Dios. Interceded por la conversión del mundo, pues muchos de mis hijos no saben distinguir la mano derecha de la izquierda, porque se dejaron engañar y cegar por satanás.
Yo os bendigo siempre para que vuestros corazones y vuestras vidas se llenen del amor y de la luz de Dios. Acoged mis mensajes en vuestros corazones. Éste es el tiempo para dedicarse al reino de los cielos, mas va a llegar el día que este tiempo muchos no lo tendrán más, pues Dios va a actuar y todas las cosas van a temblar delante de su Santísima presencia.
Hijos míos, ¡despertad! Es la hora de despertar para aprender a perdonar y a amar. En el amor y en el perdón se encuentra el misterio de la santidad. Amad y perdonad para ser los santos del reino de mi Hijo Divino.
Yo os bendigo con mi bendición maternal. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Antes de marcharse, la Santa Madre miro para varias partes del lugar donde ella se manifiesta. Su lindo rostro se volvió triste y mirándome me dijo en un tono doloroso, mas imponente:


Aquellos que vienen hasta este lugar santificado por la presencia de mi Hijo Divino y por mi presencia de Madre para profanarlo y ultrajar a mí y a mi Hijo, si no se arrepienten y no reparan sus terribles pecados y crímenes, no irán para el cielo, mas para el fuego del infierno a hacer compañía a Lucifer y a todos los demonios.