Manaus,
Amazonas
Mensaje de María
La Madre Santísima vino hoy del
cielo toda radiante, más brillante que el sol, con sus brazos hacia abajo como
en la imagen de la medalla milagrosa. Ella tenía un manto largo y estaba
rodeada de muchos ángeles. Hoy, mi hermanito Quirino, estaba al lado de Ella,
todo vestido de blanco. Un día como hoy, hace 29 años, él partió hacia el
cielo. Nuestra Señora lo trajo con Ella, porque mi hermano está pidiendo por su
obra y por mi familia, delante del Trono de Dios.
¡La paz amados hijo míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os amo inmensamente y os
llamo incansablemente a Dios, porque deseo vuestra conversión y felicidad.
Rezad, hijos míos, rezad mucho por vuestras familias, por
el mundo entero y por la salvación de las almas. Los tiempos que yo profeticé
en el pasado se están realizando en el día de hoy, donde muchos Ministros de
Dios están caminando por la vía de la desobediencia y de la negación a Dios,
llevando consigo muchas almas por la vía que lleva al infierno.
Rezad por la Santa Iglesia, rezad por aquellos que mi
Hijo llamó para seguir su camino santo, para la salvación de su pueblo.
Dios ya está muy ofendido, amados hijos. Ofreced muchas
oraciones y haced sacrificios y penitencias en reparación de los muchos pecados
que se comenten en el mundo.
Escuchad mi llamado maternal. No endurezcáis y no cerréis
vuestros corazones a mi voz. Yo os amo y no deseo veros sufrir, mas lucho cada
día por vuestra felicidad y por la felicidad de vuestros hermanos del mundo
entero. Volved a Dios con el corazón arrepentido y sincero y Él os perdonará.
No temáis. Yo estoy aquí para ayudaros, para bendeciros y para orientaros en
todo. Rezad mucho al Espíritu Santo para que Él os muestre lo que debéis hacer,
lo que debéis hablar y a lo que debéis renunciar por su amor divino.
Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os
bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!