2 de marzo
de 2019 – Itapiranga, Amazonas, Brasil
Mensaje de María
Hoy, la
Madre Santísima, vino acompañada de San José, que tenía el Niño Jesús en sus
brazos. Todos los tres estaban vestidos de blanco. En la vestimenta del Niño
Jesús, brillaban pequeñas estrellas doradas. La Madre Santísima no dio el
mensaje:
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre del Cielo, vengo a pediros que viváis los
mensajes que os doy con amor, con fe y con el corazón abierto al Señor.
Yo deseo llenaros de la paz y del amor de Dios, mas para
eso, entregad al Señor vuestra voluntad humana y permitid que prevalezca en
vuestras vidas la voluntad divina.
No os alejéis del camino de la oración de conversión, no
os dejéis engañar por las armadillas de satanás, porque muchas veces él usa
situaciones y personas para alejaros del verdadero propósito que Dios preparó
para vosotros. Rezad al Espíritu Santo y pedid su luz divina y el Señor vendrá
siempre en vuestro socorro y en auxilio de vuestra flaqueza.
El Niño
Jesús que estaba en los brazos de San José, miró a la Santísima Virgen y entre
ellos, con la mirada, conversaba entre sí. Él le estaba diciendo algo a Nuestra
Señora y luego en seguida Ella nos dijo:
No temáis. Yo, vuestra Madre, estoy aquí y os cubro con mi manto inmaculado y protector.
Yo siempre estoy presente en este lugar escogido por la Divina Voluntad de Dios
y aquí el Señor triunfa con su amor.
No os preocupéis por los incrédulos, por aquellos que
combaten contra las obras de Dios. Ellos jamás podrán impedir la acción de Dios
en este lugar y, muy en breve, muchos llegarán aquí en mayor número como nunca
aconteció y nunca más dejarán de venir a este lugar, porque aquí el Señor
actuará y hará callar a la boca a los incrédulos, a aquellos que tienen el
corazón endurecido como piedra. Yo os amo y os bendigo. Retornad a vuestras
casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre de Padre, del Hijo y
del Espíritu Santo. ¡Amén!
Antes de
irse, juntamente con Nuestra Señora, San José y el Niño Jesús, nos bendijeron,
trazando sobre nosotros la Señal dela Cruz.