La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 31 de marzo de 2019

30 de marzo de 2019


30 de marzo de 2019 – Amazonas, Brasil
Mensaje de Nuestra Señora

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para daros paz y amor, bendición y gracia. Sed de Dios, siguiendo su camino santo en la obediencia de su Santos Mandamientos.
Nos os aflijáis y no quedéis tristes. Vuestra Madre está aquí para daros su consuelo y sus cariños maternales.
Yo conozco vuestras pruebas, dolores y sufrimientos y bien sé que vuestros corazones están abatidos por la tristeza, a causa de las injusticias por las que pasan y viven.
Hijos míos, Dios es Justo y Él todo lo sabe y lo ve. Nada pasa desapercibido ante sus Ojos Santos. Tened confianza. Dios no os desamparará. Él es Justo y Fiel y sabe actuar en el momento cierto.
Yo estoy aquí para guiaros en todo. Rezad el Rosario y vuestros corazones serán llenados por la fuerza y la gracia del Espíritu Santo. Vuestra Luz os envolverá y sabrán lo que hacer, lo que hablar y cómo actuar.
Yo os cubro con mi manto maternal y os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Una vez más la Santa Madre rezó para que estemos preparados para cuando se realicen los secretos. La última vez Ella había rezado para que seamos fuertes y estemos preparados para cuando ellos acontezcan y ahora, de nuevo, ella volvió a pedir por nosotros, para que no nos debilitemos. Ella dijo:

Tiempo de dolores y tristezas sacudirán al mundo entero. Muchos de mis hijos cargarán una pesada cruz. Yo ya os pedí numerosas oraciones por la conversión del mundo, mas todavía no fui escuchada. Abrid vuestros corazones a Dios, ahora, para poder comprender que los tiempos difíciles están al llegar, porque muchos no están viendo nada, ciegos por el demonio.
Yo os amo y no quiero vuestra infelicidad. Luchad por el reino de los cielos. Luchad y defended la obra de Dios y sus derechos divinos y el Señor luchará y bendecirá vuestros delante de los hombre. No tengáis miedo de nada. Dios está con vosotros y yo estoy con vosotros. ¡Quedad en la paz de Dios!