Mensaje de
María, Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la
paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre,
vengo del cielo para pediros que viváis cada día vuestras vidas como si fuera
el último para el encuentro definitivo con el Señor.
Estad preparados: en la
oración, en la confesión, viviendo una vida de reparación y de sincero
arrepentimiento de vuestros pecados. Cuidad de vuestra salvación, cuidad para
que vuestras almas estén en la gracia de Dios, libres de todo pecado.
Dios va a purificar el mundo
como nunca antes sucedió en la historia de la humanidad. El mundo se olvidó del
Señor, por eso el Señor va a mostrar que Él existe y que solamente Él rige
todas las cosas.
No os alejéis del camino de la
conversión que yo os muestro con tanto amor y preocupación maternal. Yo os amo,
hijos míos, y no quiero que sigan por el camino que lleva a la condenación
eterna. Rezad, rezad, rezad mucho, pues los que rezan tendrán la fuerza y la gracia
de Dios para soportar los grandes acontecimientos que mudarán la vida en la faz
de la tierra.
Llegará el día del dolor, del
llanto y de los sufrimientos. La alegría será cambiada por el llanto y muchos
morirán sólo por el pavor que vendrá.
Yo os cubro con mi manto
inmaculado y os doy mi amor. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A
todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.