25 de enero de 2020 – Manaus, Amazonas, Brasil
Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, no me canso de vosotros,
porque os amo intensamente, como mi Corazón Inmaculado.
Yo deseo ayudaros y consolaros, hijos amados y llenar
vuestros corazones del amor de Dios y del deseo del cielo.
Abrid vuestros corazones al mi llamado de Madre. Yo estoy
preocupada con vuestra salvación eterna y con la salvación del mundo entero. Tiempos
difíciles y de dolores llegarán y muchos llorarán por el tiempo vivido sin
Dios. Muchos clamarán el auxilio y la misericordia del Señor, mas Él no os
oirá, porque permanecieron sordos a mi voz y a mis lágrimas de Madre.
Hijos, no endurezcáis vuestros corazones, no seáis
desobedientes y sordos. Decidíos por Dios, por su Reino de amor, en caso
contrario el demonio está preparando en el infierno un terrible lugar para cada
uno de vosotros. No pactéis con el mal. No os dejéis engañar. Huid de todo
aquello que no viene de Dios, mas de Satanás. Muchos están ciegos e insertos en
sectas y lugares dedicados a Satanás.
Mas una vez os digo: renunciad a todo mal. La masonería
no viene de Dios, mas de Satanás y ella está insertada dentro de la Iglesia, de
la Casa de Dios, queriendo alejar a muchos del camino de la verdad y de los
sacramentos. Quién muera siendo masón no irá para el cielo, mas para el fuego
del infierno. Rezad, rezad, rezad mucho y pedid perdón de vuestros pecados.
Este es tiempo de conversión. Vosotros no tendréis otro.
Acoged mis gracias maternales con fe y amor y el Señor tendrá misericordia de
vosotros y de vuestras familias.