
Miércoles 24 de junio 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil
Fiesta del Castísimo Corazón de San José.
Mensaje de San José
Hoy, San José vino con el Niño Jesús en sus brazos,
acompañado de San Juan Bautista y de San Gabriel Arcángel.
¡La paz a tu corazón, hijo mío amado!
Hijo mío, yo vengo del cielo para concederte a ti y al
mundo entero el amor de mi Corazón virginal, este Corazón que tanto amó a Jesús
y a su Madre Inmaculada, en este mundo. Mi Corazón os ama a todos vosotros y
desea la salvación de vuestras familias.
Éste es el tiempo en que los santo sacramentos están
siendo atacados y ultrajados por muchos a causa de los errores, de las acciones
pecaminosas y de la falta de fe. Todos los siete sacramentos fueron ultrajados
en estos últimos años, causando una gran tristeza y dolor al Corazón de mi Hijo
Jesús. Muchos no creen más en el santo bautismo, mas dicen que todas las
religiones llevan a Dios y son agradables a Él. Hoy los que viven una segunda
unión fueron inseridos dentro de la Iglesia y a muchos de ellos les fue
permitido recibir el Cuerpo y la Sangre sacrosanta de mi Hijo Divino. Nunca
como hoy el sacerdocio fue tan pisado y despreciado por la falta de fe y la
frialdad de muchos Ministros de Dios que, a causa de las pasiones del mundo,
del poder y del dinero cayeron tan hondo en el foso del pecado, tornándose
infieles al su llamado y misión divinos.
Mi Hijos Jesús Eucarístico está siendo negado a aquellos
que lo quieren recibir dignamente y santamente, con las justas disposiciones. A
muchos fue negada la gracia de poder recibir el sacramento de la confirmación,
de confesarse y muchos de mis hijos murieron sin la extremaunción.
Hijo mío, tiempos crueles, tiempos en que Satanás desea
dominar el mundo con las tinieblas, con la muerte y con la desesperación.
Muchos flaquearán en la fe, por que no rezaron como les fue pedido por el
cielo, ni se consagraron a nuestros Santísimos Corazones, porque no confían más
en la acción de Dios.
Di a tus hermanos que se aproximen a tu Corazón Santísimo
que tanto ama a Dios y os ama, y ellos serán beneficiados con las grandes
bendiciones y gracias que mi Hijo Jesús desea conceder a todos los que me honren
y clamen por mi auxilio con confianza y fe.
Que se consagren diariamente a mi Corazón y yo vendré del
cielo para acogerlos con gran amor y estrecharlos a Él, dándoles fuerza, coraje
y luz para vencer las batallas terribles que deberéis enfrentar y soportar por
amor de mi Hijo Jesús.
No temáis nada. Testimoniad a todos las palabras de vida
eterna de mi Hijo Divino y vuestras vidas serán transformadas por su luz y por
su gran amor, que va detrás de la oveja perdida que se desgarró y que se alejó
del camino de la verdad. Yo estoy siempre a vuestro lado, al lado de todos mis
fieles devotos, que se colocaron bajo el manto de mi protección paternal.
Yo te bendigo, hijo mío, así como a toda la Santa Iglesia
y a toda la humanidad: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Durante la aparición, cuando San José habló sobre los
santos sacramentos que están siendo atacados y ultrajados, San Juan Bautista y
el Arcángel Gabriel se arrodillaron e unieron sus manos en oración, rezando la
oración de Fátima, junto son San José. Los tres rezaron esta oración tres veces
ofreciendo al Niño Jesús reparación por los pecados y ofensas que Él recibe de los pecadores ingratos:
Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón
por los que no creen, no adoran, no esperan y no te aman.