La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 19 de julio de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz 18 de julio


18 de julio 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz a tu corazón!

Hijo mío, éstos son los tiempos de las tinieblas, los tiempos de la gran desolación. El demonio usa sus secuaces para atacar la fe, hijos míos y destruir la casa de Dios. Muchas Iglesias y altares están siendo destruidos, quemados, robados y no existe una palabra para la defensa, la honra y la majestad de Dios ultrajadas, mas un silencio de los que quieren esconder sus intentos malignos y obscuros.

Aquellos que deberían condenar tales actos se callan y omiten, porque hasta muchos de ellos son cómplices de todos estos ultrajes cometidos contra el Señor y su Santa Iglesia. No existe más fidelidad, obediencia y celo por la casa del Señor como está escrito en su Palabra: “pues el celo por tu casa me consume” (Sal 69:9). Sino al contrario, la casa del Señor se volvió una cueva de ladrones (Mt 21,13).

¡Mucho cuidado, hijos míos! El Señor está observando todo esto. (Jr 7:11). ¡Despertad! No os dejéis engañar por los errores y seducciones de Satanás. Nada de este mundo os llevaréis con vosotros, todo quedará para ser consumido por las polillas y herrumbre. “Su oro y su plata se han herrumbrado, y esa herrumbre dará testimonio contra vosotros y devorará vuestros cuerpos como un fuego. ¡Vosotros habéis amontonado riquezas, ahora que es el tiempo final!” (St 5:3).

El mercenario, que no es el pastor a quién las ovejas pertenecen, ve aproximarse al lobo, abandona las ovejas y huye. Entonces, el lobo las alcanza y dispersa el rebaño. El mercenario huye, porque es un mercenario y no tiene celo por las ovejas (Jn 10, 12-13).

Hoy el mercenario está dentro de la Casa de Dios y se calla, no dice una palabra en favor del Señor, de su gloria, en defensa de la fe y de las ovejas, mas solo abre la boca para proferir blasfemias y errores, mas un día serán enmudecidos sus labios mentirosos, pues con arrogancia y desprecio deshonra a los justos.

He aquí lo que dice el Señor, hijos míos: ¡Mi ira ascenderá y os haré perecer por la espada!. ¡Convertíos, convertíos, convertíos! Retornad a Dios con el corazón arrepentido y Él os concederá su perdón y su misericordia.

Yo os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.