La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 20 de septiembre de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz 19 de septiembre


 

19 de septiembre de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz a tu corazón!

Hijo mío, una vez más el cielo viene a hablarte, una vez más Dios permite que te unas al Paraíso, para recibir amor, paz, bendiciones y gracias. Estos encuentros nuestros, ninguna mente humana podrá comprender la benevolencia del Señor y su grandiosidad.

Dios te habla, por medio de mí, Dios te llama a ti y a toda la humanidad a la conversión.

Dios desea la santidad de todos sus hijos, que ellos vivan una vida de conversión y de arrepentimiento sincero, antes de que llegue el terrible día de su justicia, que penalizará cada pecado y cada acción cometida contra su divina voluntad. Nada escapará de su juicio divino.

Reza, hijo mío, reza por los que abandonaron a Dios y su camino tan santo. Reza por los que no quieren saber más del cielo, mas viven obcecados por el mundo, por sus falsas alegrías y placeres que no salvan, mas llevan al fuego del infierno.

Satanás está destruyendo muchas almas con el pecado, muchas de ellas están presas en sus trampas infernales y no tienen fuerzas para liberarse de sus garras. Reza y sacrifícate por la conversión de los pecadores, para que muchas almas se arrepientan de sus pecados, pidan perdón a Dios y vuelvan al buen camino.

Las almas son preciosas para Dios y para mí, su Madre del Cielo. Sálvalas con tus oraciones, con tus sacrificios y penitencias, ayudándolas a encontrar el camino santo del cielo que lleva hasta el Corazón de mi Hijo Jesús.

Yo estoy a tu lado para concederte mi amor y mi auxilio maternal. Yo te amo y te doy mi amor, para que lo lleves a todos mis hijos que precisan de él: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.