La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 13 de septiembre de 2020

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz del 12 de septiembre

 


12 de septiembre de 2020 – Manaos, Amazonas, Brasil.

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz amados hijos míos, la paz!

Hijos míos, yo vuestra Madre, os invito a vivir el amor, para estar seguros, dentro del Corazón de mi Hijo Jesús, que tanto os ama y que es vuestro refugio seguro y vuestra protección. En el Corazón de mi Hijo, perteneciendo a Él, escuchando los latidos de su Corazón, que es un llamado de amor que Él hace todos los días a cada alma, por medio de mí, vosotros aprenderéis a amar y a hacer la voluntad de Dios. Vosotros no tendréis miedo de nada, ni de la cruz, ni de las pruebas ni de las persecuciones que llegarán al mundo. Vosotros estaréis unidos a mi Hijo y mi Hijo estará unido a cada uno de vosotros, concediéndoos muchas gracias y bendiciones, que cambiarán vuestras vidas y os darán la fuerza para combatir todo mal, en el poder de su Santo Nombre.

Rezad, hijos míos, rezad mucho, pues la oración es vida y fuerza para cada uno de vosotros. Aquellos que rezan no serán jamás abatidos por el mal, mas saldrán victoriosos en cada batalla entablada. Que la oración del Rosario sea recitada diariamente en vuestros hogares, con amor, y así vosotros, que me escucháis y que acogéis mis llamados en vuestros corazones, tened la certeza de que todo el cielo estará unido a vosotros y todos vosotros estaréis unidos con el cielo y de él, un día formaréis parte, en la gloria de mi Hijo.

Yo os bendigo hoy, con una bendición especial, a fin de que tengáis el ardiente deseo de pertenecer a mi Hijo Jesús, siguiendo sus pasos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!