Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz
La Santa Madre vino con un lindo manto azul lleno de estrellas y un vestido
de color blanco. Sus brazos estaban extendidos hacia abajo y de sus manos salían
rayos de luz, sus gracias maternales.
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre Inmaculada y la Reina del cielo y de la
tierra, vengo para pediros que continuéis a rezar el Santo Rosario todos los
días por la conversión del mundo y la salvación de las almas. No tengáis pereza
para rezar, mas acercaos cada vez más a la oración, pues en los tiempos
difíciles, los que me escucharon sabrán soportar las pruebas que caerán sobre
la humanidad pecadora.
No os alejéis de la gracia de Dios con el pecado. Estad siempre preparados
y así, alegraréis el Corazón de mi Hijo Jesús y seréis siempre merecedores de
su bendición y de su gracia. Mi Hijo os concederá mucha fuerza para testimoniar
su presencia y su amor en el mundo.
No permitáis que el demonio os engañe con sus ilusiones y errores. No os engañéis
con sus falsas doctrinas y errores que entraron dentro de la Santa Iglesia, ni
con los lobos vestidos con piel de cordero que están actuando para destruir la
fe, los dogmas y las enseñanzas que mi Hijo Jesús os dejó. Vosotros todavía veréis
grandes tristezas y escándalos suceder a causa de los hombres malvados, sin fe
y sin luz, que causarán grandes estragos, alejando a muchos de la verdadera fe.
Rezad hijos míos, rezad mucho, porque Dios actuará para defender a todos
aquellos que claman por su Santo Nombre y que lo sirven.
Luchad con la palabra de Dios meditada todos los días con el Rosario en las
manos. Cuando vosotros rezáis mi Rosario los demonios son obligados a estar
postrados por tierra, sin fuerzas para no hacer el mal a las almas, por eso rezad
siempre más.
Yo os amo y vengo del cielo para ayudaros y daros muchas gracias para que
podáis resistir estos tiempos malos. Coraje, vosotros no estáis solos, yo estoy
y soy la Madre amable de cada uno de vosotros y debajo de mi manto yo os coloco
uno por uno para estar protegidos contra todo mal. A todos os bendigo: en el
nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.