La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 5 de febrero de 2017

4 de Febrero de 2017 – Amazonas, Brasil
Mensaje de la Virgen María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, vengo del cielo para reuniros en oración, porque el mundo precisa urgentemente de paz.
Muchos corazones están heridos por el pecado y llenos de violencia y odio. Rezad por la conversión de vuestros hermanos que se encuentran ciegos, con el corazón cerrado y alejados de Dios.
Rezad por los que no desean ver sus errores, porque están dominados por el orgullo y la soberbia.
Dios, mu Hijo Jesús, ya está muy ofendido y muchos no quieren acoger su invitación a la conversión y hacen poco caso.
Hijos míos, los sufrimientos que el mundo merece por sus crímenes son terribles y si yo no estuviera interviniendo todos los días con mis apariciones, ya la tierra tendría que haber desaparecido de una vez por todas del Universo, mas yo suplico por todos vosotros y por el mundo delante del Trono de Dios y Él todavía os concede una oportunidad para la conversión. Con mis lágrimas y dolores de Madre presentadas junto a las oraciones de mis amados hijitos que me escuchan y me obedecen, yo obtengo gracias y bendiciones para que los pecadores ingratos se conviertan.
Mi Corazón sufre mucho. Consolad mi Corazón, el Corazón de vuestra Madre Inmaculada que tanto os ama, hijos míos. Yo estoy aquí, para concederos mi bendición para que sean felices y estéis protegidos contra todo mal.
Acordaos de mis palabras de Madre: amad al Señor. Entregad vuestras vidas en sus manos y seréis felices.
Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!