Mensaje de María
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para
pediros oración, conversión, perdón y confianza. No tengáis miedo de las
pruebas y de la cruz.
Por medio de ellas, el Señor os prepara nuevas gracias
que vosotros no podéis comprender ahora, sino solamente más adelante.
Dios no os abandona jamás. Él está más cerca de vosotros
con su amor de lo que vosotros podáis imaginar. Tened fe. Tened confianza. Al
final, nuestros tres Sagrados Corazones triunfarán. Este es el momento de
ofrecer todo al Señor por la salvación de muchas almas, que corren el peligro
de perderse eternamente.
Luchad por el reino de los cielos, luchad para estar un
día al lado de mi Hijo Jesús, en la gloria de su reino.
Meditad en la vida de los santos y en las pruebas que
ellos también tuvieron que pasar en nombre de Dios y encontrarán respuestas,
fuerza y luz para proseguir adelante en su camino espiritual.
Hijo mío, hoy dejo a tu lado para que cuiden de ti, a
Santa Gema, Santa Teresa (Lisieux) y Santa Juana de Arco. Ellas te ayudarán en
los momentos más difíciles de tu vida y te guiarán en los que deberás hacer en
nombre de mi Hijo Jesús. Aprende con ellas a ser de Dios.
Yo estoy siempre a tu lado, con mi amor de Madre y jamás
te abandono. Mi amor yo te doy y doy a todos mis hijo que recurren a mi
intercesión de Madre. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os
bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!