Manaus,
Amazonas
Mensaje de María
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para
pediros que recéis con amor y dedicación por la conversión y salvación de las
familias del mundo entero.
Una familia que no reza unida no puede permanecer por
mucho tiempo en el camino santo de Dios. Rezad mucho, hijos míos, porque
satanás está destruyendo muchas familias, por la falta de oración y de amor
dentro de ellas.
Yo estoy para acogeros en mi Corazón Inmaculado, así como
a vuestras familias, para que estéis protegidos contra todos los peligros del
alma y del cuerpo. Rezad al Espíritu Santo, para que Él os ilumine siempre más
y os muestre el verdadero camino a seguir, que os llevará al reino de los
cielos.
Yo os amo y mi amor y bendición materna os doy. Gracias
por vuestra presencia. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os
bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
La Santísima Madre oró en
silencio sobre cada uno de nosotros y suplicaba al Señor por nosotros y por
nuestras familias. Ella conversó conmigo algunas cosas personales para mi vida,
sobre Itapiranga y su obra. Con su mirada maternal ella estaba dándome
confianza y esperanza en el amor de Dios y en su amor maternal. Cuando ella nos
bendijo y subió en dirección al cielo fue dejando un camino de luz por donde
ella pasaba y aparecían por encima, al lado derecho e izquierdo de Ella, el Corazón de Jesús, si
Corazón Inmaculado y el Corazón de San José brillando en forma de luz. Comprendí
que debemos hacer la Consagración a los tres Sagrados Corazones de la Sagrada
Familia siempre: por nosotros, por nuestras familias y enseñando también esta
consagración a todas las familias del mundo entero.