La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 9 de agosto de 2018

5 de Agosto de 2018


Itapiranga, Amazonas

Mensaje de María

Nuestra Señora estaba linda, con un vestido y un velo largo de luz, con pequeñas estrellas doradas en los bordes que le cubría sus cabellos largos ondulados que le caían al frente. Estaba feliz con la presencia de todos sus hijos que fueron a Itapiranga a honrarla. Ella bendijo los objetos religiosos de cada uno y nuestras familias, así como toda la humanidad, para que tenga la fuerza de bendecir el pecado y de convertirse sinceramente a Dios.

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que no perdáis más tiempo, mas abrid vuestros corazones, viviendo la santidad y la conversión en vuestras vidas.
Dios desea salvaros y protegeros contra todos los males y peligros que os amenazan, en estos tiempos terribles y difíciles.
Muchos de mis hijos viven alejados del Señor y comenten terribles pecados, ofendiéndolo terriblemente.
Yo os pedí en Fátima, hijo míos: no ofendáis más a Nuestro Señor que ya está muy ofendido. Arrepentíos de vuestros pecados. Muchos pasarán por cruces dolorosas si no escuchan mi llamado y continúan sordos.
Rezad el Rosario, alimentaos con el cuerpo y la sangre de mi Hijo Jesús para tener fuerzas de vencer el pecado y todo mal. Yo os estoy llamando a Dios, porque me preocupo con vuestra salvación eterna.
No os alejéis del amor de mi Hijo Jesús, pues solamente él puede salvaros y concederos la vida eterna.
Volved al Señor, en cuanto Él todavía me permite comunicaros mis mensajes a todos vosotros, porque grandes sufrimientos están llegando cada vez más en muchos lugares del mundo y Brasil no será dejado de lado, si vosotros no me escucháis, si vosotros continuáis con vuestros corazones duros y cerrados.
Acoged mi llamado de Madre y yo os ayudaré a ser de Dios. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!