La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

martes, 16 de octubre de 2018

 12 de octubre de 2018 – Manaus, Amazonas
Mensaje de María

Edson: TENGAMOS MUCHO CUIDADO CON LOS COMUNISTAS Y SUS SEGUIDORES. ¡RECEMOS, RECEMOS, RECEMOS!

 Hoy, la Santísima Madre vino una vez más del cielo. Ella vino acompañada de San Miguel y San Gabriel que aseguraban la bandera de Brasil. Ella nos dio su mensaje:

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros intensas oraciones por los pobres pecadores, que se dejan seducir y engañar por los embustes del demonio.
Rezad por vuestra Nación que pasará por momentos de dolor, sufrimientos y persecuciones. El demonio desea violencia y la sangre, mas yo vengo a suplicar misericordia divina y la paz para la Nación brasileña.
Rezad y ayunad, rezad y ayunad, rezad y ayunad, porque solamente así podréis desterrar todo mal y vencerlo.

En este momento, desapareció Nuestra Señora y los Arcángeles, y quedó solamente delante de mí la bandera de Brasil. De repente, ella comenzó a ser perforada varias veces como si estuviese siendo ametrallada. Comprendí, por la luz de Dios, que significaba grandes conflictos y sufrimientos para la Nación brasileña. Nuestra Señora, después de esa visión volvió a aparecer con los Arcángeles y me dijo:

A quién a Mí se consagre, prometo colocarlo dentro de mi Inmaculado Corazón, protegiéndolo con mi manto protector.
Hijo mío, di a tus hermanos que no se desanimen, mas que se llenen de ánimo, de fuerza y de coraje. Dios os ama y os pide, en estos tiempos, pruebas de fe y de amor a su llamado y a su amor divino.
Sed fieles al Señor. Acontezca lo que acontezca, nunca os alejéis de su Corazón Divino, pues aquel que permanezca fiel hasta el fin, recibirá la corona de la gloria.
No todos los que dicen: Señor, Señor, entrarán en el reino de los cielos, sino solamente aquellos que pongan en práctica lo que mi Hijo Divino os enseño y que fuerais fieles a él hasta el fin.
Yo os amo y mi amor Inmaculado os doy. En este momento, hago descender sobre toda la Nación brasileña, y sobre todos vosotros que vinisteis a visitarme y honrarme, una lluvia de gracias y bendiciones.
Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!