La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 7 de octubre de 2018

6 de octubre de 2018


Manaus, Amazonas

Mensaje de María

La Santísima Madre, vino una vez más del cielo, para comunicarnos su mensaje maternal. Ella, la Llena de Gracia, desea ardientemente nuestra conversión y nos invita a la obediencia y fidelidad en vivir sus llamadas maternales. Nuestra Señora sufre cuando comentemos pecados, porque herimos el Corazón Divino de Jesús. Ésta es la hora de decidirnos por Dios y por el reino del cielo. Los tiempos son serios y malos y el mundo entró en una locura total y perdió el sentido de los valores cristianos y eternos, comenzando dentro de la Santa Iglesia y dentro de muchas familias que se dicen cristianas.

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, la Reina del Rosario y de la Paz, vengo del cielo para pediros que continuéis a rezar mi Rosario todos los días por el bien de  la humanidad herida y distante de Dios, a causa de los pecados que comete, porque se dejó cegar por las trampas y las seducciones del demonio.
Dios os llama a la conversión por medio de Mí, hijos míos. Hace mucho tiempo que os estoy llamando a Dios, mas muchos de vosotros todavía no me oís y no vivís lo que os digo, hiriendo mi Corazón maternal con vuestras infidelidades.
Rezad por Brasil, para que el pueblo brasileño sepa agradar el Corazón de mi Hijo Jesús viviendo una vida más santa, lejos del pecado.
Muchos de mis hijos no hacen la voluntad de Dios y mi Corazón se entristece. Luchad contra todo mal con la oración, con el ayuno y con la penitencia, en caso contrario, grandes sufrimientos se abatirán sobre el pueblo brasileño, por culpa de aquellos que son usados por satanás para derramar la sangre y hacer sufrir a muchos de mis hijos.
Rezad, rezad mucho. Doblad vuestras rodillas al suelo y sacrificaos cada vez más por la conversión de los pecadores.
Los hombre perversos y sin Dios preparan grandes emboscadas y dolores para hacer sufrir a muchos de mis hijos. Yo os suplico: orad y vivid unidos a Dios y Él os bendecirá y hará caer por tierra los intentos de los malos.
Yo os amo y con mi manto Inmaculado os cubro y os protejo, para que tengáis paz. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!