La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 18 de octubre de 2018

13 de octubre de 2018


  Manaus, Amazonas
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre Inmaculada, vengo del cielo para pediros la oración, la conversión y el arrepentimiento sincero de vuestros pecados.
Mudad de vida, hijos míos. Nuestro Señor, mi Hijo Divino, desea la conversión sincera de cada uno de vosotros, porque muchos todavía no se decidieron a abandonar las cosas erradas y la vida de pecado.
No descuidéis vuestra conversión, mas con perseverancia luchad por la salvación y por su lugar en el reino de los cielos. Rezad muchos Rosarios por Brasil y por el mundo entero. Rezad por aquellos que os persiguen y os critican y pedid la luz de Dios para ellos, a fin de que se arrepientan, mientras todavía podéis mudar vuestros corazones y corregir vuestros errores, pues el tiempo pasa para cada uno de vosotros.
Yo estoy aquí para ayudaros a ser de Dios. Que en vuestros hogares el nombre del Señor sea respetado y sus Mandamientos sean vividos y colocados en práctica.
No permitáis que el demonio os aleje de la oración. Para que podáis merecer el cielo vosotros debéis rezar, vivir los Mandamientos y colocar en práctica las enseñanzas de mi Hijo Divino.
Yo estoy aquí para ayudaros y para guiaros por el camino seguro que os llevará hasta el Corazón de mi Hijo Jesús.
Muchos se alejaron de Mí y de mi hijo Jesús, porque no eran constantes en vivir sus enseñanzas y no tenían raíces en el fe y en el amor.
Creed, creed, creed sin jamás dudar y así, el Señor mostrará y realizará los milagros de su amor en vuestras vidas. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. A todos os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!