La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

jueves, 20 de junio de 2019

15 de junio


15 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, así como ves los rayos del sol pasar entre el vidrio de la ventana, iluminando y calentando todo el ambiente, así la obra de Dios se está difundiendo cada vez más, iluminando y calentando a las almas, por medio de mis santos mensajes, destruyendo el reino de las tinieblas de satanás, que nada puede hacer contra la Luz Divina que se irradia sobre los corazones de todos aquellos que acogieron los llamados del Señor y desean hacer su Divina Voluntad.
Continua ofreciendo todo en las manos del Señor, hasta incluso el más pequeño acto, que se transforma en grandes bendiciones y gracias para la salvación de las almas. Los actos pequeñitos ofrecidos al Señor con amor se convierten en cosas grandes en sus manos. No desperdicies la oportunidad de ofrecer al Señor todo lo que hagas, uniéndote a su Divino Corazón, realizando todos tus actos, en Él y con Él. El Señor bendecirá cada acto realizado, irradiando sobre cada uno de ellos su luz divina, que cegará a satanás, inutilizando sus malos intentos sobre la humanidad pecadora.
Reza, reza, reza mucho, pues de la oración brota vida para tu alma y para todas las almas. De la oración brota la fuente de las gracias y de las bendiciones del cielo. Un alma que reza todo obtiene siempre del Corazón de mi Hijo Divino, cuando su oración está hecha con fe y confianza. Sea siempre pequeño delante de mí y del Corazón de mi Hijo Jesús y tendrás siempre nuestra mirada misericordiosa sobre ti y sobre tu familia.
Yo te bendigo, para que tu alma se llene cada vez más de fuerza, coraje, de luz y de gracia del cielo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!