La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 22 de junio de 2019

19 de Junio


19 de Junio de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Hijo mío, escribe lo que yo coloqué en tu corazón y medita profundamente:

“Nuevamente me fue dirigida la palabra de Yahveh en estos términos: «¿Qué estás viendo?» «Un puchero hirviendo estoy viendo, que se vuelca de norte a sur.» Y me dijo Yahveh: «Es que desde el norte se iniciará el desastre sobre todos los moradores de esta tierra” (Jeremías, 1, 13-14).

“Mi tienda ha sido saqueada, y todos mis tensores arrancados. Mis hijos me han sido quitados y no existen. No hay quien despliegue ya mi tienda ni quien ice mis toldos. Es que han sido torpes los pastores y no han buscado a Yahveh; así no obraron cuerdamente, y toda su grey fue dispersada ¡Se oye un rumor! ¡ya llega!: un gran estrépito del país del norte, para trocar las ciudades de Judá en desolación, guarida de chacales” (Jeremías,  10, 20-22)

Habla de mi indignación contra los malos pastores, pastores estúpidos que no piden más mi consejo, que no buscan más mi orientación, porque están sin luz, sin vida y sin la gracia divina. ¿Cómo pueden querer recibir mi luz si no dan el primer paso: rezar? ¿Cómo pueden ser pastores de almas si no cuidan de las suyas propias, que estén en ruinas? ¿Qué pastor es aquel que da la propia vida por sus ovejas y no aquel que da sus ovejas para que otros, vestidos con piel de cordero, las pastoreen? Ellos mismo están más débiles y abatidos y no consiguen llevar las ovejas para pastos seguros, donde hay vida y gracia, porque sus almas están arruinadas por los pecados que ellos mismos cometen.
He aquí que llegaron los tiempos sombríos, tiempos de terribles errores y confusiones, donde quién guía a las almas son los burros y los sabios se callan, dejando que sus bocas sean tapadas, con la mordaza del pecado y la mentira.
Del Norte se está levantando una gran humareda, señal de que un fuego tremendo está por venir, que traerá la ruina para todos los habitantes de la tierra, que destruirá muchas almas, que causará una gran devastación en mi Santa Iglesia. Habla, habla, clama a los cuatro cantos de la tierra que la Reina del Rosario y de la Paz, mi Madre Santísima, por muchos años se manifestó en esta tierra, en esta región Amazónica, enseñando la verdadera evangelización de los corazones y de las almas, mostrando a todos la luz que irradia de mi Sagrado Corazón. Sus palabras son luz y orientaciones venidas del cielo, no solamente para todo el pueblo de la Región Amazónica, mas para todos los pueblos del mundo entero.
Ella es la Llena de Gracia, la Sede de la Sabiduría, que guía a las almas por mi camino santo, de una evangelización que muda las almas y convierte a los corazones, de una evangelización que muda las almas y convierte los corazones, de una evangelización que transforma vidas y familias, que cura sociedades enteras, que trae la verdadera paz que viene de Dios.
No seáis sordos a los llamados del cielo, no seáis sordos a la voz de mi Santísima Madre. Ella ha hecho mucho por este pueblo y por el mundo entero, más de lo que nadie podrá imaginar. Acoged nuestros llamados ahora, para que tengáis vida y vida en abundancia.
Que mis Ministros sean santos y castos, humildes y obedientes ante mi llamado Divino. Que ellos den todo de sí, en el camino que ellos escogieron unidos a Mí y en el sí que ellos me dieron. Que sus manos al consagrar mi Cuerpo, Sangre, alma y divinidad, sean cada vez más inmaculadas, asemejando a las manos de mi Santísima Madre, que me tomó muchas veces con las manos, que me acarició y me amó con un amor puro y verdadero.
Que mi casa no se divida por la mitad, mas que ella sea fortificada por las verdades eternas dejadas y enseñadas de generación en generación, como Yo deseo y siempre desearé.
Que todos sepan reconocer su nada ante mí, verdadero Señor del cielo y de la tierra.
¡Gracias por atenderme!
¡Yo te bendigo!