La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

miércoles, 17 de julio de 2019

16 de julio



16 de julio de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vine del cielo para llevaros a Dios. Vine del cielo, porque os amo, y con mi Inmaculado Corazón lleno de amor de Dios os bendigo y os doy la paz.
Rezad, rezad por las familias que se encuentran sin fe y sin vida, destruidas en el pecado. Yo sufro cuando las familias no desean escuchar ni vivir los llamados de Dios. El cielo nunca estuvo tan cerca de la tierra como está en los días actuales, amados hijos. No os hagáis oídos sordos a mi voz que os habla. Abridme vuestros corazones ahora, pues la gracia divina, en estos tiempos, desciende en profundidad a la tierra, y aquellos que abren sus corazones, y la acogen con fe y amor, serán iluminados por la acción del Espíritu Santo.
Hijos míos, no os desesperéis, no os aflijáis. Aquellos que son incrédulos y que dudan de todo ya recibieron su recompensa. Luchad por el reino de los cielos, el reino de mi Divino Hijo. Su Corazón Divino arde por el deseo de su eterna salvación, hijos míos. Jesús desea salvaros de todo mal, de todo peligro del alma y del cuerpo. No retrocedáis en vuestro camino de conversión. No temáis nada. Hablad a todos de mis llamados maternales. Éstos son gracias extraordinarias concedidas por Dios a toda la humanidad, para la salvación eterna de muchas almas, no de todas, porque ni todos quieren acoger el amor de mi Hijo ni creen en su presencia y majestad.
Creed, creed, creed y el Señor abrirá las puertas y los caminos delante de vosotros, para que podáis realizar su Divina Voluntad.
Gracias por haber venido: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!