La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 28 de julio de 2019

27 de Julio


 de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que perseveréis en vuestro camino de conversión, ofreciendo al Señor oraciones y sacrificios por la conversión del mundo, que cerró los oídos a los llamados que Dios os hizo, a causa del pecado.
Hijos míos, grandes sufrimientos se aproximan y muchos de vosotros cargaréis una pesada cruz, a causa de los corazones orgullosos, de aquellos que se dejaron cegar por Satanás. Vosotros derramaréis muchas lágrimas al ver cómo quedará la Iglesia de mi Hijo Divino, mas no os desaniméis, tened fe. Yo estaré a vuestro lado para consolaros en vuestros dolores y para recoger cada lágrima derramada por amor a mi Hijo Jesús, para consolar su Divino Corazón. 
La verdad será considerada mentira y la mentira será proclamada como si fuera verdad. Mas acordaos, hijos míos, de Dios nadie se burla.
Yo todavía estoy sujetando el brazo de la justicia de mi Hijo, por un poco más de tiempo, porque ya está demasiado pesado y Él desea penalizar a los pecadores de un modo fuerte y terrible.
Hijos míos, doblad vuestras rodillas en el suelo y rezad el Rosario. Solamente así, podréis ofrecer al Señor la reparación, aplacando su Divina Justicia. Pedid perdón de vuestros pecados, a través del sacramento de la confesión…

En este momento, por una luz interior, Nuestra Señora me hizo comprender que llegará el día en que nos negarán la confesión, a los hijos suyos que creen en sus apariciones y a aquellos que busquen este sacramento, no lo encontrarán, porque los sacerdotes no desearán administrarlo a los fieles, sus hijos devotos.

… Y ofreced el Cuerpo y la Sangre de mi Hijo Divino al Padre Eterno y Él se compadecerá de todos vosotros. Caso contrario, grandes calamidades caerán sobre la humanidad y grande será la desolación. Muchos morirán y serán eliminados en pocos minutos y hasta incluso en pocos segundos, de una hora para otra, sin tener tiempo para pedir perdón de sus errores. Mi Corazón sufre cuando yo miro con dolor y amargura, a mis hijos que se dejaron corromper por el demonio, siguiendo el camino de las pasiones desenfrenadas, rodeados por muchas otras almas ciegas y destruidas espiritualmente.
Rezad, rezad, rezad. Yo os suplico: escuchadme. Escuchad mi llamado maternal y volved a Dios, porque falta muy poco para los grandes acontecimientos dolorosos, que cambiarán de una vez para todas la faz de la tierra.
Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.