La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

martes, 17 de septiembre de 2019

Mensaje de Jesús del 16 de Septiembre


16 de septiembre de 2019 – Manaus, Amazonas, Brasil.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo

Hijo mío, la humanidad llegó al extremo en su vida de pecado. Este es el tiempo decisivo de la batalla entre la Mujer Vestida de Sol y el Dragón Rojo. ¿De qué lado vosotros queréis estar? (Jesús hizo una pregunta a todos).
La humanidad llegó y está viviendo los tiempos de las pruebas finales. Bienaventurados serán aquellos que no se dejen abatir y sean fieles a Mí hasta el fin.
Lucha, hijo mío, por la verdad. No tengáis miedo en esta batalla. Esta batalla se vence con la verdad pronunciada de mis labios: mi palabra es la verdad y ella os trae vida eterna.

Jesús habló a todos:

Para confundir a los soberbios y orgullosos y dejarlos en silencio vosotros debéis proclamar mi palabra, que es vida y verdad, con coraje, intrepidez y fe (Hch 4, 13). Acordaos: si Dios está con nosotros ¿quién estará contra nosotros?
No temáis. No os dejéis abatir ante las persecuciones y el odio de este mundo (Jn 15,18)

Jesús habló a mí:

Hijo mío, no temas la maldad humana, no te preocupes por los que son instrumentos de Satanás, usados por él para silenciarte, atacarte y herirte. Cuanto más ellos te maldigan, deseando tu vergüenza, tu mal, tu ruina y tu caída, tres veces más yo te bendeciré y te reafirmaré lleno de mi luz, fuerza, gracia y santidad venidas de mi Espíritu.
No te preocupes con el veneno que ellos esparcen contra ti y contra esta obra, a causa de la envidia que se adueñó de sus corazones, por Yo haberte llamado y escogido.
Yo soy Aquel que te prepara una mesa, a los ojos de tus enemigos (Sal 22). Yo te ungí con mi óleo santo y tu cáliz rebosa de felicidad y gracia, que te concedo a ti todos los días, por amor y honra de mi Santo Nombre.
En cuanto a tus enemigos les haré beber el cáliz de su propio veneno y envidia. Y tú, un día, perseverando en esta obra y dando testimonio de ella, salvándote a ti mismo y a todos aquellos que te escuchen (1Tm  4,16), habitarás un día, para siempre, en mi morada eterna, juntamente con todos los que acogieron esta obra, por los siglos sin fin.
Recibe mi bendición y mi paz. Yo te amo. ¡Gracias por escucharme! Yo te bendigo.

Al escuchar la voz de Jesús, que me dio este mensaje, cuando yo salí de casa lo vi de brazos abiertos, medio busto en el cielo, teniendo una coroza encima de su mano derecha. Él me dijo:

Yo purificaré el Amazonas de sus pecados. ¡Sé fiel hasta el fin y te daré la corona de la vida! (Ap 2,10)