8 de diciembre
de 2019 – Itapiranga, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María,
Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la
paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre,
os amo inmensamente con un amor puro y santo y deseo llevaros a Dios, deseo llevaros
a Dios, deseo ayudaros a ser de Dios. Dejaos conducir por mí y yo os llevaré a Aquel
que es la Verdadera Vida, mi Hijo Jesús.
Los tiempos son malos y muchos
de mis hijos se encuentran distantes de mí y de mi Hijo Jesús, porque se
dejaron cegar por satanás.
Rezad, hijos míos, rezad
mucho, porque la oración cambia los corazones de vuestros hermanos y ayuda a
muchos a ver el camino de Dios. Yo os amor y os bendigo para que seáis felices
y estéis llenos de la luz de Dios.
No pequéis. No ofendáis al
Señor. Haced penitencia, arrepintiéndoos de vuestros actos equivocados. Un
corazón arrepentido sinceramente obtiene todo del Corazón Divino de mi Hijo Jesús:
obtiene su perdón, su bendición y su misericordia.
Interceded por la salvación de
las almas, porque muchas se están destruyendo en una vida de pecados, de
impurezas e infidelidades.
Hijos, cambiad de vida, mientras
el Señor os da un tiempo para la conversión. Acordaos: el tiempo pasa y muchos pueden
perder la oportunidad de ir para el cielo, porque todavía no se decidieron por
Dios. No perdáis tiempo. Sed del Señor, ahora, y no os arrepentiréis de haber
dejado el mundo para seguir su llamado divino.
El mundo pasa, todo pasará,
sólo Dios permanecerá para siempre. Volved a vuestras casas con la paz de Dios.
A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
¡Amén!