La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 21 de diciembre de 2019

Mensaje de María


14 de diciembre de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María, Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz hijos míos amados, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, una vez más vengo del cielo para pediros oración, conversión, fe y amor de Dios, el único Señor del cielo y de la tierra.
No os dejéis engañar por los errores y mentiras de satanás. Él lucha ferozmente, todos los días, para alejaros del camino del Señor, para tener la oportunidad de devorar vuestras almas.
No os alejéis de la oración. La oración es poderosa y aleja al demonio lejos de vosotros y de vuestras familias.
El mundo está sordo y ciego porque se alejó de Dios, su Creador, y aquellos que deberían guiar y enseñar a las almas a ser de Dios están embriagados por las pasiones del mundo y adormecidos en el pecado. Nunca como en estos tiempos se han cometido tantos ultrajes y ofensas al Señor y a mí, vuestra Madre Inmaculada.
Luchad contra todo mal: vigilad y orad, haced ayunos y el poder de satanás será destruido. Pedid mi auxilio maternal y yo os cubriré con mi manto inmaculado y debajo de él estaréis protegidos bajo la mirada de mi Hijo Jesús.
Hijos, limpiad vuestras almas de todo pecado. Preparad bien vuestros corazones y vuestras almas, en este tiempo de adviento, para que podáis acoger dignamente a mi Hijo Divino en esta Navidad que se aproxima.
Luchad por el cielo. Luchad para ser de Dios. Él os ama y os quiere un día a vuestro lado, en la gloria de su reino.
Yo os amo y os concedo mis gracias maternales. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Él os ama y os quiere un día a su lado, en la gloria de su reino.
Yo os amo y os concedo mis gracias maternales. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!