La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

viernes, 24 de noviembre de 2017

30 de marzo de 2017 – Amazonas, Brasil
Mensaje de Jesús

Hijo mío, los hijos de Dios no se deben desanimar nunca delante de las pruebas: entra en mis llagas, entra bien dentro de mi Corazón, y déjate bañar por mi Preciosísimo Sangre, Yo ya os alcancé la victoria, la victoria para aquellos que siempre confían y nunca dudan de mi Acción Divina.
Cree, mismo que parezcan imposibles las situaciones más difíciles y verás las maravillas de Dios. Verás lo extraordinario de Dios renovar la faz de la tierra, abriendo los corazones más difíciles.
Muchos se engañan con el mundo creyendo que tienen poder y prestigio y no se levantan más. Reza para que mas almas conozcan mi amor y se dejen curar por mis llagas sagradas.
Cuántas almas sin luz y sin vida. Se mi Luz para las almas, sé aquel que refleja mi amor, mi perdón y mi misericordia. El mundo te odia, mas Yo te amo. A tu alrededor se encuentran aquellos que quieren ver tu caída y tu destrucción, mas sigue tu camino dando ejemplo de santidad, amando y perdonando y así vencerás todas las dificultades y cualquier prueba, pues el amor hace milagros, el amor cura, el amor salva.
Yo estoy siempre contigo y nunca te abandonaré. Conforta mi corazón rezando y ofreciendo tu amor a mi Madre Santísima y Ella nunca te dejará en la desolación y en la tristeza, mas será tu alegría y consuelo. Mi madre te ama y pide todos los días por ti y por tu familia, delante de mi Trono.
A tu familia extiendo mi bendición y protección, así como también a todas las familias que acogen y viven los mensajes de amor que ya os comunicamos.
Nada se pierde. Todo es usado para salvación de las almas. La voz de Dios resonará cada vez más fuerte y se hará oír para bien y salvación de mi pueblo. Espera, ¡pues yo actuaré!

¡Yo te bendigo y te doy mi paz!