Manaus,
Amazonas
Mensaje de María
La Santísima Madre vino una vez
más a transmitir su mensaje celestial. Ella, la Inmaculada, estaba bien delante
de mí con todo su amor de Madre. Con su mirada ella nos estaba diciendo. No os
preocupéis. No os aflijáis. Yo, que soy vuestra Madre, ¿no estoy aquí delante
de vosotros? ¿Por qué os preocupáis tanto? Basta entregar todo al Corazón de mi
Hijo y a mi Corazón de Madre con un poquito más de confianza y ¡todo mudará!...
Comprendí estas palabras en mi corazón, cuando con su mirada, nos miraba a los
ojos. Ella, llena de amor, nos dijo:
¡La paz amados hijo míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, os amo y dese el bien de
cada uno de vosotros, con mi Inmaculado Corazón lleno de amor y de las gracias
del cielo.
Escuchad el llamado maternal, porque yo os estoy llamando
a Dios y a la conversión, para que sigáis el camino santo del Señor, que lleva
hasta el cielo.
No cerréis vuestros corazones cometiendo pecados. Tened
fuerza para vencer el pecado y decir siempre “¡hágase tu voluntad en mi vida,
Señor!”.
Satanás quiere la guerra, la violencia y la muerte de
muchos de mis hijos. Rezad el Rosario con amor y con fe. No permitáis que
vuestros corazones se entristezcan y se aflijan. Yo soy la Madre de la alegría y
de la verdadera paz, y hoy vengo para alejar para lejos de vuestras familias
las emboscadas y los ataques del enemigo infernal, por orden de mi Hijo Jesús.
Yo os cubro con mi Manto Inmaculado y os doy una bendición especial.
Rezad, rezad, rezad mucho y Dios siempre os dará la paz.
Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en nombre del
Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.