¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para
pediros que renovéis vuestra fe y vuestros buenos propósitos. Dios os llama a
la conversión y es ahora. No dejéis para el día de mañana el cambio de vida,
porque muchos no saben ni el día ni la hora que Él los llamará para Sí. Muchos
cerraron sus corazones a la gracia divina.
Yo vine del cielo para ayudar a las familias del Amazonas
y del mundo entero, mas muchos no me quieren oír, rechazando mi llamado
maternal. Rezad por la apertura de los corazones destruidos en los pecados
impuros.
Dios está a punto de purificar al mundo de toda impureza
y ultrajes, que Él viene recibiendo de los pecadores desagradecidos. Yo todavía
estoy suplicando perdón y misericordia.
Uníos siempre más para rezar unidos y rezar bien,
haciendo una poderosa corriente de oración, de reparación y de intercesión por
el bien de la humanidad.
Las familias están corrompidas y sin luz, debido a los
innumerables pecados que comenten. Muchas familias no tienen tiempo para Dios,
solamente para las cosas del mundo. Luchad por el bien y la santificación de
vuestras familias. Cuidad de vuestros hogares, bendiciéndolos siempre con agua
bendita pidiendo la protección de los Santos Ángeles y Arcángeles para que os
defiendan contra todo peligro espiritual y corporal.
Los Ángeles del Señor siempre están al lado de aquellos
que trabajan por el reino de Dios, al servicio del Señor. Rezad y confiad. Dios
os ayudará y os bendecirá. Retornad a vuestras casas con la paz de Dios. Os
bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!