La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

sábado, 5 de octubre de 2019

Mensaje de María, 29 de septiembre


29 de septiembre de 2019 – Manaos, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María, Reina del Rosario y de la Paz

¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo para pediros que no abandonéis jamás el camino santo y de la conversión que os estoy indicando.
No os alejéis de mi Hijo Jesús, pues sólo Él puede daros la vida eterna. No cerréis vuestros corazones a mis llamados maternales.
Yo os hablo con mucho amor. Yo os hablo porque me preocupo con vuestra salvación eterna. Yo os hablo porque deseo que sintáis la experiencia del cielo, ya aquí en este mundo y después para siempre, al lado del Señor, por toda la eternidad.
Éstos son los tiempos de la gran batalla. Rezad siempre más. Rezad con mucha fe y amor en el corazón y todo en vuestras vidas cambiará, hijos míos.
No dudéis, mas acreditad en el amor de Dios por cada uno de vosotros. Yo os amo y estoy aquí para acogeros en mi Inmaculado Corazón.
Pedid la intercesión de San Miguel, San Gabriel y San Rafael. Ellos están siempre a vuestro lado, por orden divina, para ayudaros, auxiliaros y protegeros.
Hijos míos, está ocurriendo una gran batalla espiritual entre los Ángeles del Señor y los demonios del infierno.
Refugiaos debajo de mi manto protector y el Señor os concederá grandes gracias espirituales y corporales. Rezad, rezad, rezad siempre más y muchas almas encontrarán la luz de Dios.
Hijos míos, el demonio desea alejar a muchos de la verdadera fe. Él desea traer confusión, falta de fe y de amor, enfriando los corazones de muchos de mis hijos. Doblad vuestras rodillas en el suelo en oración. Yo ya os pedí eso y lo vuelo a repetir.
No prestéis oídos a aquellas personas que os critican y hablan en contra de vosotros. Rezad por ellas, para que abran los corazones ahora, en cuanto todavía hay tiempo para la conversión, porque después todo será más difícil y muchos podrán caer terriblemente en el pecado y no conseguir volver a erguirse jamás.
Rezad mucho, confiad y obtendréis todo del Corazón de mi Hijos Jesús. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!