12 de octubre de 2019 – Itapiranga, Amazonas, Brasil.
Mensaje de María,
Reina del Rosario y de la Paz
¡La paz amados hijos míos, la paz!
Hijos míos, yo vuestra Madre, vengo del cielo con mi
Inmaculado Corazón lleno de amor, de bendiciones y de gracias. Estoy aquí
porque os amo y deseo vuestra salvación eterna.
¿Vosotros estáis aquí por amor a mi Hijos Jesús? Amad,
hijos míos, rezad más y dedicaos al reino de los cielos.
No es con el barullo, con las falsas alegrías que los
niños serán mejores, mas enseñándoles a rezar y a ser de Dios, así, ellos no
solo cambiarán, mas cambiarán también el mundo a su alrededor, porque estarán
llenos del amor y de la luz de Dios.
Yo soy la Patrona de vuestra nación. ¡Yo soy la Reina de
Brasil!
Pedid al Señor, por medio de mi Rosario, la paz y la
conversión del pueblo brasileño. Yo os amo y os digo que deseo protegeros de
muchas calamidades y tristezas que pueden abatirse en breve sobre Brasil y
sobre el mundo entero.
Rezad, hijos míos, rezad mucho más. La oración es sagrada
y poderosa, desde el inicio hasta el fin, pues cuando rezáis, Dios y yo,
vuestra Madre, nos hacemos presentes. Cada oración hecha con amor y fe es
agradable a los ojos santos de Dios y a mis ojos de Madre. Recibid mi bendición
maternal y mi amor. Volved a vuestras casas con la paz de Dios. Os bendigo a
todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!
Hoy, la Madre Santísima, conversó conmigo sobre los
secretos de Brasil y del Amazonas. Oramos juntos pidiendo la misericordia
divina para los pobres pecadores. Acontecimientos tristes podrán ocurrir, muy
pronto si el pueblo no se convierte y no hace penitencia de sus pecados. Si las
personas no cambian ahora, arrepintiéndose de sus errores y volviendo a Dios,
deberán soportar una pesada cruz después.