27 de septiembre de 2019 –
Manaus, Amazonas, Brasil.
Mensaje de Nuestro
Señor Jesucristo
¡La paz a tu corazón!
Hijo mío, este es el tiempo que la humanidad ve a dos
personas vestidas de blanco, dentro de mi Iglesia. Una es Pedro y la otra es
Saulo.
Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?... Yo soy Jesús a
quién tú persigues (Hch 9, 4-5)
Hijo mío, dobla tus rodillas en el suelo, porque verás
cosas terribles suceder dentro de mi Iglesia. Mas, en el tiempo por mí
establecido, mis Ángeles, a mis órdenes irán a arrancar la cizaña que nació en
medio del trigo. Ellos arrancarán una por una y la lanzarán al fuego para ser
quemado. Reza y pide a todos que recen, para que no pierdan la fe y no desesperen.
Oraciones, sacrificios y penitencias yo pido de todos. ¿Quién
desea escucharme? Yo estoy llamando a la humanidad hace mucho tiempo, mas ella
no me escucha. Ella no desea escuchar a mi Madre Santísima, la ultraja y dice que
Ella no se manifiesta en estos tiempos, en sus días.
¡Humanidad ingrata! Caerás tan hondo y no tendrás a nadie
para consolarte, porque hiciste poco caso a las súplicas y lágrimas de mi Madre
Inmaculada.
Vuelve, en cuanto todavía puedes, pues llegará el día en
que no podrás hacer más nada y sólo verás dolor y lamentos caer sobre tu
cabeza.
Yo estoy aquí con mi Corazón en la mano, llamándote, por
eso, escucha la voz de tu Dios que ansia tu conversión y arrepentimiento.
Vuelve, vuelve, porque tus días penden ya de un hilo, antes
de que la faz de la tierra sea purificada y renovada. Yo estoy aquí para
bendecirte y para consolarte. Acepta mi amor, acepta mi llamado y encontrarás
vida y paz.
¡Yo te bendigo!