La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

viernes, 1 de enero de 2021

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz del 1 de enero 2021

 



MENSAJES DE NUESTRA SEÑORA EN EL AÑO 2021,

dados a través de Edson Glauber de Souza Coutinho.

 

1 de enero de 2021 – Manaos, Amazonas, Brasil

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz amados hijos míos, la paz!

Hijos míos, yo soy la Madre de Dios, la Madre de la Iglesia y de toda la humanidad. Yo vengo del cielo a llamaros a la conversión y a la santidad. Conversión no es querer ser de Dios un día y otro día renegarlo, volviendo a la vida sucia de pecado e infidelidades. Conversión no es rezar un día o dos, y vivir muchos otros días como si no fuérais cristianos bautizados, igual a los animales sin razón. Conversión no es decir que sois fieles a mi Hijo y que sois sus seguidores y os calláis ante los errores y los ataques contra su Majestad Divina, contra sus verdaderas enseñanzas y Mandamientos. Conversión no es decir que sois hijos de la Iglesia, mas sois omisos, no la defendéis, cuando la veis ultrajada, ridiculizada, os calláis permitiendo que los profanadores, los heréticos y los hombres sin piedad se inserten dentro de ella, enseñando el error, la mentira y las herejías a las muchas almas inocentes y víctimas de los lobos vestidos en piel del cordero. Nadie las defiende, nadie las ayuda, a nadie más le importan las ovejas de mi Divino Hijo, está cada uno pensando en sí mismo, en sus propios intereses y otros procurando saber cómo sobrevivir en estos tiempos difíciles de forma egoísta y con el corazón endurecido y cerrado a la gracia y al amor de Dios. ¡Todo eso os condena al infierno!

Si vosotros nos os corregís de vuestros errores y acciones no entraréis en la gloria del cielo. He aquí mi mensaje, he aquí mi llamado: cambiad de vida y convertiros. A todos os bendigo: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.