La primera aparición de la Virgen María, a Maria do Carmo, tuvo lugar el día 2 de mayo de 1994. A Edson Glauber, su hijo, el día 31 de mayo de 1994, mientras él y su madre, rezaban el rosario en casa. Desde entonces la Virgen, San José y Jesús continúan transmitiendo mensajes y oraciones para difundir la devoción en todo el mundo a sus tres Sagrados Corazones.

Los mensajes originales están expuestos en portugués en:

As aparições da Virgem Maria no Amazonas

domingo, 10 de enero de 2021

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz del 9 de enero

 


9 de enero de 2021 – Manaos, Amazonas, Brasil

Mensaje de la Reina del Rosario y de la Paz

 

¡La paz amados hijos míos, la paz!

Hijos míos, soy la Reina del Rosario y de la Paz, soy la Madre de la Iglesia y de toda la humanidad. Vengo del cielo para pediros que tengáis fe, que seáis firmes en las pruebas de la vida y no os alejéis del camino de la verdad indicado por mi Hijo Jesús, porque muchos serán aquellos que traicionarán la verdad para seguir la mentira; muchos dejarán el camino de mi Hijo en busca de la falsa vida y la falsa felicidad. Muchos caerán y perderán la fe. Muchas familias serán diezmadas en muy poco tiempo, porque no confiaron en el Señor, más colocaron su confianza en los grandes de la tierra que no son nada y que no pueden salvarlas. Rezad, hijos míos, rezad muchos Rosarios, porque solamente el Rosario podrá salvaros de las tinieblas actuales que os amenazan.

Tened fe y coraje. Las persecuciones se volvieron más claras y crueles, mas luchad hasta el fin, por amor de mi Hijo y no reneguéis de su fe. Dios está con vosotros y Él actuará en el momento cierto en favor de todos aquellos que confían en Él y claman por su Santo Nombre.

Grandes calamidades asolarán a muchos lugares en el mundo, a causa de la rebeldía y la desobediencia de los hombres. La Santa Iglesia perdió el brillo de la gracia, siguiendo las ideas y las tinieblas del mundo. Aquellos que la están guiando perdieron el rumbo de la embarcación y la están dirigiendo para el centro de la gran tempestad.

Pedid perdón de vuestros pecados y estad siempre en la gracia de Dios, porque los que me oigan, no se desesperarán y no se alejarán del camino de la verdad. Yo os amo y os bendigo: en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.